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martes, 9 de marzo de 2010

LITERATURA Y CIENCIA FICCION



La ciencia ficción es un género que todo el mundo conoce, incluso aquéllos que jamás han leído un libro de estas características. El término fue acuñado en 1929 por Hugo Gernsback, editor de una de las primeras revistas del género y que definió la ciencia ficción como “narraciones fantásticas entremezcladas con hechos científicos y visiones proféticas”. Todo un placer para aquellos que aman la literatura y que disfrutan además con la posibilidad de excitar su imaginación. Literatura futurista, novela científica o ciencia ficción, el caso es que son numerosos los escritores que a lo largo de la historia se han dedicado a ella, para el bien y disfrute de la humanidad, con un beneficio para nuestra que ya nadie pone en duda: ¿quién puede negar que hemos disfrutado y aprendido de escritores como Jorge Luis Borges, Arthur C. Clarke, Julio Verne o Tolkien?

Desde siempre, la literatura de ficción nos ha valido para imaginar y encontrar respuestas a nuestras inquietudes, respuestas que aunque no sean del todo ciertas, parecen tranquilizar nuestro espiritu.

Podemos ver similitudes entre las obras literarias, las obras filmicas, la ciencia y la filosofia ?
Tal es el caso de la literatura inglesa, veamos porque.

La Tempestad es una de las obras cumbres de la literatura fantástica y una de las
más perfeccionadas de William Shakespeare, ya que fue escrita al final de su
producción teatral y en ella se contienen todos sus hallazgos y líneas maestras.
Escrita junto a Cimbelino y Cuento de Invierno en su madurez, aparece publicada por vez primera en el Folio, en Londres, en 1623, la primera colección de su obra dramática. La trama contiene en esencia los ingredientes básicos de una gran historia, que oculta tras de sí el misterio de los orígenes. Unos náufragos napolitanos llegan a una isla, situada entre Túnez y Nápoles, habitada tan sólo por Próspero, duque de Milán y mago, su hija Miranda, un espíritu a su servicio, Ariel; un extraño y deforme ser que responde al nombre de Calibán; y un montón de criaturas maravillosas.

La confrontación de estos dos mundos hace avanzar la acción a través de cinco actos, que respetan escrupulosamente las tres unidades aristotélicas de acción, tiempo y lugar.
La conquista de lo desconocido de los tripulantes napolitanos del navío, envuelto
en la tempestad provocada por las artes mágicas de Próspero impulsa también en
Planeta Prohibido a los tripulantes del crucero de los Planetas Unidos C-57D,
capitaneado por el comandante J.J. Adams, que decelera desde el hiperespacio y entra en la órbita del planeta Altair 4. Adams recibe una transmisión de radio del doctor en filología Edward Morbius, uno de los pasajeros de la nave Belerofonte, una expedición espacial de la que no se sabía nada en la Tierra desde hacía 20 años.

En Planeta Prohibido no hay transcripción literal de La Tempestad, sino
recreación y reordenación de elementos argumentales shakespearianos. La literatura pulp y una de las mejores obras de la Literatura universal son hermanadas en una sola película. Los viajes a lo desconocido, la búsqueda interestelar de la última frontera, se programaban desde Londres a las lejanas tierras de Virginia en tiempo de las colonizaciones y desde la Tierra en el siglo XXIII, en el que se sitúa la acción de Planeta Prohibido.

Su director McLeod Wilcox, aficionado a la astronomía y que durante tres meses se documentó en centros de ingeniería y astronáutica, que terminó la película en quince meses y que contó con un presupuesto en torno a los dos millones de dólares, una cantidad que los estudios de la MGM consideraron entonces tan astronómica como el argumento del filme.

Los mismos problemas culturales a partir de una serie de homologías estructurales parte del patrón de La Tempestad en la indefinición de las fronteras entre magia negra y blanca; en el ámbito del planeta Altair, los límites del desastre de la hipertecnología planean sobre los personajes, puesto que el poder de los Krell de Planeta Prohibido en manos no capacitadas conduce a la aniquilación.
De la misma manera que Shakespeare abre el debate sobre la religión y la magia,
McLeod Wilcox plantea en su película los límites morales de la ciencia y sus enormes posibilidades de aniquilación y espanto. Es importante señalar la manera en que el genio de Shakespeare cumple con la catarsis, resultado final del terror y la conmiseración despertados en el espectador. Es necesario señalarlo aquí ya que este elemento permanece intacto en Planeta Prohibido.

La magia de Próspero, potenciada por las condiciones fantásticas de la isla y que
en el original de Shakespeare aparece definida como art, no es otra actividad que la que practica el doctor Morbius: el arte, la magia de los Krell, la civilización perdida que alcanzó en Altair 4 el conocimiento supremo del universo y merced a un poder inconmensurable eliminó la enfermedad, el dolor, los miedos y las guerras. Pero los Krell habían olvidado que las pulsiones negativas se almacenan en el subconsciente, productor de monstruos del Id que finalmente los exterminaron.

Lo prohibido, el árbol de la ciencia, del conocimiento, del bien y del mal, la
.serpiente. Krell de Altair 4 que es el enorme cubo tecnológico de ocho mil millas
cúbicas con 9.200 termorreactores en cadena, remeda el estudio donde Próspero practica las artes mágicas y, por extensión, su isla-Paraíso.

La idea de la isla como prisión libre de Próspero y Miranda la comparten
también Morbius y Altaira respecto de su planeta. De él escapan todos excepto Morbius y si no fuera por la desintegración de Altair-4, parecería injusto que Robby el robot, epítome del amigo perfecto, reproductor de cualquier átomo en las cantidades deseadas y dominador de 188 lenguas, dialectos y subdialectos, vuelva a la Tierra a bordo de la nave. Mientras Altair 4 con su flora, su fauna y todo lo demás que en él se contiene, incluida la civilización Krell y sus secretos, explota en presencia de una boda espacial .
El matrimonio modélico entraba a engrosar las filas de la ortodoxia social, lejos de las batallas galácticas. Robby será el encargado de orientar a la tripulación en el camino de regreso a la Tierra, ocupando el lugar de la computadora de navegación, en lo que podría ser un avance de la trama de 2001 y la computadora HAL. Próspero y Morbius pagaron caro su atrevimiento de jugar a ser dioses, con una retractación en toda regla (lo que equivale a una muerte en vida) en el primer caso y con una muerte en el segundo ante la acometida de su Monstruo del Id. Próspero libera a Ariel y pide a todos que le dejen volver a su ducado de Milán, tras renunciar a la magia.

La Literatura es cíclica en sus hallazgos. No porque los autores recurran al
plagio (que también), sino porque las viejas inquietudes, susceptibles de plasmarse líricamente en una obra acabada, perfecta, laten en cada hombre nuevo.

"End of transmission"


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