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martes, 28 de febrero de 2012

60 MIL MILLONESIMAS DE SEGUNDO EN EL TIEMPO

El sueño del viaje en el tiempo superando la velocidad de la luz se quedó en la puerta del vortice.El revuelo mundial que levantó el anuncio de que los neutrinos, unas partículas elementales, viajarían más rápido que la luz, violando ese límite máximo de velocidad establecido por Einstein, puede quedar en poco más que eso, un revuelo. Los mismos científicos del experimento Opera que anunciaron tan chocante resultado han encontrado dos fallos al repasar su trabajo.

Los posibles errores no zanjan la cuestión todavía y el laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) ha anunciado que se repetirá el experimento a partir de Mayo. Pero el escepticismo generalizado entre los expertos ante aquellos neutrinos extraveloces se refuerza con el anuncio oficial de las medidas defectuosas. Es la primera vez que el propio equipo de Opera expone oficialmente posibles fallos en sus datos, aunque decenas de científicos, desde fuera, habían sugerido muchas posibilidades.


Una de las dos fuentes de potenciales errores reside en un dispositivo clave para sincronizar los GPS. La otra está en la conexión por fibra óptica entre el receptor de GPS y el reloj principal de la toma de datos. Los dos “posibles efectos”, como los llama la dirección del CERN con mucha cautela, “pueden haber influido en las medidas del tiempo de los neutrinos en el experimento”. Sin embargo, la cosa es más compleja porque uno de los fallos habría provocado la sobreestimación de la velocidad de esas partículas, y otro la subestimaría. Como los científicos de Opera no han dado más detalles, es difícil, si no imposible, para los especialistas evaluar las consecuencias, es decir, determinar por fin si los neutrinos superan o no la velocidad de la luz.

El experimento Opera se realiza entre el CERN, junto a Ginebra y el laboratorio subterráneo de Gran Sasso, ubicado bajo los picos de los Apeninos, a 730 kilómetros de distancia. Los aceleradores del CERN envían haces de neutrinos hacia Opera y como esas partículas apenas interactúan con la materia atraviesan el subsuelo sin inmutarse de un punto a otro.
No hay, por supuesto ningún túnel de 730 kilómetros para hacer carreras entre neutrinos y fotones (luz) y ver cuál llega antes a la meta. Lo que los científicos hacen es medir con complejos sistemas de GPS y relojes sincronizados la distancia entre el haz emisor de neutrinos y el punto de detección en Opera, así como el tiempo empleado por esas partículas elementales. De ahí deducen su velocidad de vuelo.

Lo que en Septiembre pasado anunciaron los físicos de esta colaboración internacional liderada por Italia es que, según sus registros, los neutrinos enviados desde el CERN viajaban hasta Gran Sasso a velocidad superior a la de la luz adelantándose en unas 60 mil millonésimas de segundo (nanosegundos). Es decir, que si se pudiera celebrar la imposible carrera entre partículas, los neutrinos sacarían una ventaja de unos 20 metros a los fotones.

Esos resultados no solo eran inesperados sino que suponían una contradicción con datos de altísima precisión sobre la velocidad de los neutrinos tomados anteriormente. Las observaciones más notables a este respecto son las de los neutrinos emitidos por supernova 1987A, una explosión estelar que se observó entonces en el cielo y se pudo registrar la llegada de los neutrinos (de energía muy inferior a los de Opera), con velocidad perfectamente acorde con la Relatividad de Einstein, y una precisión en la medida 100.000 veces superior a la de Opera.

"Algunas veces queremos regresar al pasado, pero en el futuro queremos regresar más veces al presente, el tiempo no es sino el espacio ente nuestros recuerdos".


"End of transmission"



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