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lunes, 28 de febrero de 2011

RIESGOS DE LAS PROMINENCIAS SOLARES

El Sol sigue activo! Una prominecia de gran tamaño ( Clase 3,6 M ) ocurrió cerca del borde del Sol el 24 de febrero de 2011, y se apagó en una masa hermosa, agitando la erupción del plasma que se arremolinaban y retorcian en un período de 90 minutos.
Este evento fue capturado en la luz ultravioleta extrema por el SDO de la NASA ( Observatorio de Dinámica Solar en español).

Parte del material voló hacia el espacio y otras partes cayeron de nuevo a la superficie.
Como las imágenes del SDO son de super-alta definición, los cientificos al hacer zoom en la acción todavía ven detalles exquisitos.
Pero no todo es bello en esto, los riesgos derivados del clima espacial afectan tanto a las personas (en casos muy concretos) como a los sistemas eléctricos y electrónicos, particularmente a las redes de transporte eléctrico y de combustible, a los satélites y a las telecomunicaciones.
En casos de actividad solar excepcional y aunque la probabilidad de ocurrencia sea relativamente baja, el clima espacial podría provocar fallos en cascada que se verían agravados por la interdependencia entre sistemas.

Al finalizar las tormentas, algunos sistemas volverían a funcionar por sí mismos, como las
radiocomunicaciones y el GPS. No obstante, la reparación de otros sistemas podría llevar semanas o incluso meses, como es el caso de los incendios en grandes transformadores. Se estima que, de producirse en la actualidad un nivel de actividad similar al del Evento Carrington de 1859, las pérdidas totales podrían alcanzar los 3 trillones de dólares en el primer año, es decir, 20 veces más que las provocadas por el huracán Katrina y el tiempo total de recuperación oscilaría entre 4 y 10 años.

Como efectos colaterales de los fallos generalizados del suministro eléctrico y debido a la ya mencionada interdependencia entre sistemas, podrían verse afectados el suministro de agua, los transportes públicos, los sistemas bancarios y financieros, algunos servicios gubernamentales y el almacenamiento de alimentos y medicamentos por falta de refrigeración, entre otros.

Así mismo, en el transcurso de una tormenta de radiación solar, los niveles de exposición pueden ser significativos para los pasajeros y los tripulantes de aviones que se encuentren en vuelo a elevadas latitudes, especialmente sobre el Polo Norte y si la componente Bz del campo magnético interplanetario está apuntando hacia el Sur, hecho que favorece la entrada en la atmósfera de las partículas de alto nivel energético procedentes del Sol.

Aunque la investigación sobre estos riesgos para las personas todavía se encuentra en estado embrionario, los diferentes sistemas de alerta existentes contemplan avisos al respecto. De hecho, en la actualidad, algunos de los mayores consumidores sobre información operativa relativa al clima espacial son las compañías aéreas que operan sobre el Polo Norte.

"Grandes hechos suelen ser forjados con grandes riesgos". William Hazlitt

"End of transmission"

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