"Han abierto la puerta a una nueva era de experimentación en la física
cuántica", subrayó la Real Academia de Ciencias de Suecia. Ayer el francés Serge Haroche y el estadounidense David J. Wineland fueron
galardonados con el Premio Nobel de Física 2012 por su aportación a
la física cuántica y atómica, ambos recibieron este galardón por sus trabajos sobre la interacción
entre la luz y la materia y sus "revolucionarios métodos experimentales
que han permitido la medición y la manipulación de sistemas cuánticos
individuales", según la argumentación de la Real Academia de Ciencias de
Suecia.
Haroche nació en 1944 en Casablanca (Marruecos) y en la actualidad es
catedrático de Física Cuántica en el Colegio de Francia y en la Escuela
Normal Superior, ambos en París. Por su parte, el estadounidense
Wineland nació en 1944 y trabaja en el Instituto Nacional de Estándares y
Tecnología (NIST) de Boulder (Colorado, EE UU). Haroche, explicó
ayer que había sido galardonado con el Premio Nobel de Física 2012 que
sus investigaciones científicas consisten esencialmente en "domesticar"
los átomos y la luz. "Intentamos estudiar de la forma más simple posible
la interacción entre la materia y la luz, entre los átomos y los
fotones", señaló Haroche en conferencia de prensa en París. Sus investigaciones, así como las de su colega y amigo Wineland, con
quien comparte el premio, han logrado "aislar lo mejor posible los
átomos y los fotones para evitar perturbaciones" y poder estudiarlos
correctamente. Se enfrían los átomos y los fotones para lograr
reducir su velocidad y atraparlos en un campo electromagnético sin
destruirlos, precisó el decimotercer Nobel francés de Física. Su investigación abre la puerta del desarrollo de ordenadores cuánticos,
mucho más potentes y veloces que los actuales, dentro del campo que se
denomina información o comunicación cuántica. Sin embargo, Haroche
confiesa que es escéptico sobre el funcionamiento del ordenador
cuántico, "de la manera en que lo pensamos hoy" y aunque cree que
llegarán a ver la luz en el futuro, no se atreve a esbozar cómo ni
cuándo. Prefiere, sin embargo, aportar ejemplos más cercanos de
aplicaciones derivadas de su campo de trabajo como los relojes atómicos
que funcionan con iones y lograr medir el tiempo con una gran precisión y
que permiten, entre otras cosas, el funcionamiento de los dispositivos
de GPS. Hoy en día se buscan aplicaciones tecnológicas con el entrelazamiento cúantico, propiedad cuántica de las partículas entrelazadas ( en su término técnico en inglés: entangled ) que no pueden definirse como partículas individuales con estados definidos sino más bien como un sistema. Una de ellas es la llamada teleportación de estados cuánticos,
si bien parecen existir limitaciones importantes a lo que se puede
conseguir en principio con dichas técnicas, dado que la transmisión de
información parece ir ligada a la transmisión de energía (lo cual en
condiciones superlumínicas implicaría la violación de la causalidad
relativista).
Es preciso entender que la teleportación de estados cuánticos está
muy lejos de parecerse a cualquier concepto de teleportación que se
pueda extraer de la ciencia ficción y fuentes similares. La teleportación cuántica sería más bien un calco
exacto transmitido instantáneamente (dentro de las restricciones
impuestas por el principio de relatividad especial) del estado atómico o
molecular de un grupo muy pequeño de átomos. Piénsese que si las
dificultades para obtener fuentes coherentes de materia leptónica son
grandes, aún lo serán más si se trata de obtener fuentes coherentes de
muestras macroscópicas de materia, no digamos ya un ser vivo o un chip con un estado binario definido, por poner un ejemplo.
El estudio de los estados entrelazados tiene gran relevancia en la disciplina conocida como computación cuántica, cuyos sistemas se definirían por el entrelazamiento.
"Si alguien no queda confundido por la física cuántica, es que no la ha entendido bien
". Niels Bohr
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