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jueves, 30 de diciembre de 2010

CASSINI-JUPITER A 10 AÑOS DEL ENCUENTRO

Hace diez años, el 30 de diciembre de 2000, la nave Cassini de la NASA hizo su máxima aproximación a Júpiter en su camino a la órbita de Saturno. El principal objetivo era utilizar la gravedad del mayor planeta de nuestro sistema solar para que Cassini fuera hacia Saturno, su destino final. Pero el encuentro con Júpiter, el gigante de gas-hermano mayor de Saturno, también dio al proyecto Cassini, un laboratorio perfecto para probar sus instrumentos y la evaluación de sus planes de operaciones para su gira por el planeta de los anillos, que se inició en 2004.

"El sobrevuelo de Júpiter permitió a la nave espacial Cassini ensayar todo su instrumental, para tener buenos resultados luego en la órbita de Saturno", dijo Linda Spilker, científico del proyecto Cassini en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA en Pasadena, California "Diez años después, los resultados del sobrevuelo de Júpiter continúan dando forma a nuestra comprensión de los procesos similares en el sistema de Saturno. "

Cassini pasó cerca de seis meses - de Octubre 2000 a Marzo de 2001 -explorarando el sistema de Júpiter. La máxima aproximación de Cassini fue de unos 9,7 millones de kilómetros (6 millones de millas) de las cimas de las nubes de Júpiter a las 2:05 am hora del Pacífico, o las 10:05 UTC, del 30 de diciembre de 2000.

Cassini capturó unas 26.000 imágenes de Júpiter y sus lunas en seis meses a partir de la visualización continua, creando todavia hoy el retrato global más detallado de Júpiter.
Las imágenes de Júpiter tenían un espectro de colores más amplio que las anteriores de la nave Voyager, por la captura de longitudes de onda de radiación que podría sondear diferentes alturas en la atmósfera de Júpiter. Las imágenes permitieron a los científicos observar las tormentas convectivas que evolucionan con el tiempo y los ayudó a comprender las alturas y la composición de estas tormentas y sus nubes brumosas como asi tambien otros tipos de tormentas que cubren Júpiter.

Las imágenes de Cassini también revelaron algo nunca antes visto, una gran mancha ovalada oscura alrededor de 60 grados de latitud norte, que rivaliza en tamaño con la Gran Mancha Roja. Al igual que ella, el gran óvalo es una tormenta gigante de Júpiter. Pero, a diferencia de la Gran Mancha Roja, que se ha mantenido estable durante cientos de años, el gran óvalo mostró ser muy transitorio, creciendo y moviéndose hacia los lados, y desarrollando un núcleo interno brillante, con rotación y adelgazamiento de más de seis meses. El óvalo esta a gran altitud y latitud , por lo que los científicos creen que el óvalo podría haber sido asociado con las poderosas auroras de Júpiter.

El equipo también fue capaz de acumular películas de 70 días de la formación de tormentas, en movimiento cerca del polo norte de Júpiter. Mostraron cómo las tormentas más grandes adquieren energía por la ingestión de pequeñas tormentas, "los peces grandes se comen a los pequeños peces".


Las películas también mostraron como el flujo ordenado de corrientes, van hacia el este y hacia el oeste en las latitudes bajas y dan lugar a un flujo más desordenado en las latitudes altas.

Mientras tanto, el espectrómetro infrarrojo compuesto de la Cassini fue capaz de hacer el primer mapa detallado de la temperatura de Júpiter y la composición atmosférica. Los mapas de temperatura han permitido determinar los vientos por encima de las nubes, así que los científicos ya no tenían que depender de las funciones de seguimiento para medir los vientos. Los datos del espectrómetro mostraron la presencia inesperada de un intenso chorro ecuatorial hacia el este (aproximadamente 140 metros por segundo, o 310 mph) de altura en la estratosfera, a unos 100 kilómetros (60 millas) por encima de las nubes visibles.


Los datos de este instrumento también sirvieron para confeccionar el mapa de más alta resolución hasta la fecha de medicion de acetileno en Júpiter y la primera detección de metilo, radical orgánico y diacetileno en los puntos calientes cerca de las auroras de Júpiter, al norte y sur. Estas moléculas son importantes para comprender las interacciones químicas entre la luz solar y las moléculas en la estratosfera de Júpiter.

Cuando Cassini se acercó a Júpiter, su radio y el instrumento de ondas de plasma también registraron un sonido natural creado por los electrones procedentes de un estampido sónico cósmico. El mismo se produce cuando el viento solar supersónico - partículas cargadas que salen volando del sol - es más lento y se desvia alrededor de la burbuja magnética de Júpiter.

Debido a que Cassini llegó a Júpiter, mientras que la nave Galileo de la NASA aún estaba en órbita alrededor del planeta, los científicos también fueron capaces de tomar ventaja de las mediciones casi simultáneas de las dos naves diferentes.


Esta coincidencia permitió a los científicos tratar de comprender la interacción del viento solar con Júpiter.
"El sobrevuelo de Júpiter nos ha beneficiado de dos maneras, una de ellas por los datos científicos únicos que hemos recopilado y el conocimiento de cómo operar con eficacia esta máquina compleja", dijo Bob Mitchell, director del programa Cassini en el JPL. "Hoy, 10 años después, nuestras operaciones están siendo fuertemente influenciadas por esa experiencia y nos está sirviendo muy bien."


Al celebrar el aniversario de la visita de Cassini hace ya 10 años, los científicos también están entusiasmados con las próximas misiones y propusieron seguir estudiando el sistema de Júpiter, incluyendo naves espaciales de la NASA como Juno, que se lanzará en Agosto próximo.

"Ningún descubrimiento se haría ya si nos contentásemos con lo que sabemos". Lucio Anneo Séneca

"End of transmission"


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