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miércoles, 14 de mayo de 2014

RETORNO AL PASADO



Como en la película "Cowboys Espaciales"-pero sin salida al espacio-, se está tratando de volver a activar el satélite ISEE-3, de la NASA y la Agencia Espacial Europea, que despegó de la Tierra el 12 de agosto de 1978. Fue el primer satélite en estudiar el flujo constante del viento solar moviéndose hacia la Tierra, desde un punto orbital estable entre nuestro planeta y el Sol conocido como Lagrange 1, o L1. Vigilar ese viento ayudó a los científicos a entender mejor el sistema interconectado Sol-Tierra, que en su estado más turbulento puede afectar a los satélites en torno a la Tierra.
En 1984, al ISEE-3 se le dio un nuevo nombre y misión: ICE (International Cometary Explorer). En septiembre de 1985, pasó directamente a través de la cola del cometa Giacobini-Zinner, una hazaña que la convirtió en la primera nave espacial en visitar un cometa y en obtener datos directos del mismo. Para recibir los datos, se tuvo que recurrir a uno de los radiotelescopios más grandes del mundo, el emplazado en Arecibo, Puerto Rico, ya que las señales eran muy débiles. Conviene tener en cuenta que el ISEE-3 fue diseñado básicamente como un satélite, ya que en su misión principal permanecería bastante cerca de la Tierra. Enviarla al encuentro con un cometa era darle a la nave un uso para el que no había sido diseñada, y por eso no fue fácil recibir las señales. También sobrevoló el cometa Halley en marzo de 1986. De 1991 a 1997, cuando estaba demasiado lejos para unas comunicaciones fiables, este satélite continuó investigando el Sol.


Después de un largo silencio y de haberse perdido buena parte del interés científico en esta nave, que muchos consideraron muerta en vida, la ISEE-3 comienza a despertar otra clase de admiración, la de un coloso de la ingeniería de los años 70 que se resiste a extinguirse. Tras 35 años en el espacio, esta reliquia en funcionamiento de otra era de la astronáutica podría "resucitar" para la ciencia contra todo pronóstico si se consigue enviarle las órdenes adecuadas para emplazarla en el punto de Lagrange 1. Si no se consigue, tras su máxima aproximación a la Tierra, en agosto de 2014, se alejará nuevamente de la Tierra, volviéndose imposible, quizás para siempre, todo nuevo intento de enviarle órdenes y de volver a ponerla en servicio activo para una nueva misión-(que en estos tiempos de escases de divisas sería muy importante)-.
Las señales de baliza procedentes del sistema de comunicaciones de la nave espacial demuestran que aún está operando, pero los científicos e ingenieros no saben en qué medida. Esta baliza es también el modo por el cual saben que la nave está siguiendo la misma órbita alrededor del Sol, moviéndose ligeramente más rápido que la Tierra.
La misión ISEE-3 era el último grito tecnológico cuando fue lanzada. Utilizó para sus comunicaciones una frecuencia que en aquellos tiempos era muy valiosa, estando reservada para las comunicaciones aéreas y espaciales del Gobierno, pero que hoy en día se ha quedado anticuada.

En la actualidad, algunos científicos están investigando si sería posible comunicar con la ISEE-3 por primera vez en casi dos décadas para poder enviar órdenes que la devuelvan al punto de Lagrange 1. La idea es que si se le envía a esta veterana nave la orden de encender sus motores en el momento apropiado (algo que debe ocurrir en unos pocos meses) sería factible posicionarla de nuevo en una órbita de halo, en el punto de Lagrange 1, entre la influencia gravitacional de la Tierra y la del Sol. Los puntos de Lagrange son lugares en el espacio donde la fuerza gravitacional de un planeta y la del Sol se compensan mutuamente, permitiendo que otros cuerpos más pequeños se mantengan estables.
Una vez situada en el punto de Lagrange 1, la nave podría proporcionar datos científicos útiles y también resultaría una valiosa plataforma de entrenamiento para iniciativas parecidas de aprovechamiento de viejas naves espaciales, experimentos de longevidad de hardware en el espacio, y otros trabajos científicos con cooperación internacional.
El problema es que el hardware necesario para transmitir la señal debidamente modulada que introduzca la orden deseada en la nave fue desechado hace más de una década, ya que estaba obsoleto. En la actualidad hay antenas disponibles para las transmisiones, pero falta ese sistema de modulación. El retorno al pasado bien vale la pena para recibir a un viejo amigo.



"No perdamos nada del pasado. Sólo con el pasado se forma el porvenir". Anatole France

"End of transmission".



viernes, 9 de mayo de 2014

TERREMOTOS GRAVITACIONALES



Hay varios detectores de ondas gravitacionales tanto en la Tierra como en el espacio. Ahora el planeta entero podría actuar como un detector gigante de las ondas que se desprenden de las estrellas, los agujeros negros y otros objetos masivos del espacio profundo en el tejido del espacio-tiempo. La Luna podría ser sometida de la misma manera.
La gravedad es la consecuencia de que masas tales como planetas deforman el tejido del espacio- tiempo a su alrededor, según la teoría de la relatividad general de Einstein. Cuando cuerpos masivos como estrellas y agujeros negros se mueven, producen ondas en el espacio-tiempo llamadas ondas gravitacionales.
Cuando una onda gravitacional pasa a través de un objeto, debe dar lugar a muy pequeñas pero potencialmente detectables vibraciones. Los detectores de ondas gravitacionales abarcan desde instrumentos que pueden caber en los escritorios a dispositivos que tienen kilómetros de largo. Sin embargo, hasta ahora nadie ha informado de la detección directa de una onda gravitacional.
Ahora, científicos han considerado que la propia Tierra podría ser utilizada como un detector de ondas gravitacionales. Uno podría potencialmente detectar los efectos combinados de las ondas gravitacionales que fluyen a través del planeta mediante el análisis de su actividad sísmica, es decir, cómo tiembla la Tierra.
En el nuevo estudio, los investigadores se centraron en las ondas gravitacionales con frecuencias de 0,05 a 1 hercio, una banda en gran parte ignorada por otros esfuerzos de detección.
Los emisores potenciales de esta gama incluyen pares de objetos cósmicos tales como enanas blancas, estrellas de neutrones y agujeros negros que orbitan entre sí. Las ondas gravitatorias con tales frecuencias también ser producidas por estrellas de neutrones que giran rápidamente conocidas como púlsares.
Los científicos emplearon supercomputadoras para peinar el valor de los datos a disposición del público de una red mundial de 40 sismógrafos normalmente utilizados para estudiar los terremotos y la estructura interna de la Tierra de un año.
No detectan los efectos de las ondas gravitacionales per sí mismos, sino que establecen un nuevo límite superior para la cantidad de energía que el planeta podría recibir de las ondas gravitacionales de estas frecuencias. Este límite superior mejora por un factor de mil millones los límites establecidos por los experimentos de laboratorio anteriores, afirman los investigadores.
Los investigadores tienen la intención de llevar a cabo un análisis similar utilizando sismómetros que las misiones Apolo de la NASA colocados en la Luna. Estos pueden proporcionar incluso mejores datos que los instrumentos en la Tierra, porque la luna es mucho menos activa sísmicamente que la Tierra, declaró el autor principal del estudio, Michael Coughlin, un físico de la Universidad de Harvard.

Información adicional: http://www.space.com/25781-earth-moon-gravitational-wave-detector.html?cmpid=557585

"Si el universo surgió a la existencia y luego se expandió exponencialmente, se obtiene ondas gravitacionales que viajan a través del espacio-tiempo. Estos llenaban el universo, un patrón de ecos de la propia inflación". Neil Turok

"End of transmission".







jueves, 24 de abril de 2014

ENTRELAZANDO DISTANCIAS



Siempre recuerdo el episodio de la serie The Twilight Zone (La dimensión desconocida), "Walking Distance", en esa historia se explora las sensaciones que le suscitan al hombre con el paso del tiempo, esta vez, haciendo que el protagonista visite por un momento la época de su niñez y se vea a si mismo a la edad de 11 años. El relato se concentra más en la sensación y experiencia evocadora, que en sustentar exteriormente la historia, de ahí que no recurra a ninguna explicación científica para explicar el viaje de la mente, más allá que por la nostalgia misma que se siente por el pasado. Eso mismo lo experimento a veces, busco también los lugares de mi niñez, pero no he encontrado todavía ningún vórtice temporal que me lleve como al personaje, al pasado tan buscado. 
Antes de seguir decepcionado, recurro a la física cuántica, ya que podría aportar la solución. 
El entrelazamiento cuántico, muestra que las partículas apareadas (de las cuáles también estamos hechos los seres humanos), imitan su comportamiento a través de distancias potencialmente infinitas. Pero hay que decir que la distancia no es la única dimensión que aparentemente es ignorada por el entrelazamiento cuántico. Investigaciones realizadas por muchos físicos diferentes han revelado que los pares de partículas pueden comunicarse entre sí a lo largo de la línea de tiempo.
Un grupo de físicos israelíes acaba de conseguir entrelazar dos fotones que nunca habían coincidido en el tiempo, esto es, que existieron en momentos diferentes. Primero generaron un fotón y midieron su polarización, un procedimiento que destruye la partícula que se quiere medir. Después generaron un segundo fotón, y a pesar de no haber existido al mismo tiempo que el primero, comprobaron que tenía exactamente la polarización opuesta, lo que demuestra que ambos estaban entrelazados.
A pesar de que el experimento parece más propio de la ciencia ficción que de un laboratorio real, no hay que olvidar que en el mundo de la física cuántica, el de las partículas subatómicas, las reglas no son las mismas que en el mundo que nos rodea. De hecho, las leyes de la física clásica, las que gobiernan la realidad que vemos a diario, dejan de funcionar a pequeñísima escala. Allí, en el reino de lo infinitamente pequeño, nuestra percepción y nuestra lógica, basados en la mecánica clásica, sencillamente, no sirven.
A pesar de ello, y por extraño que parezca, la mecánica cuántica no tiene problema alguno con el comportamiento observado por los físicos israelíes en su experimento. El entrelazamiento cuántico, en efecto, no es una propiedad que pueda explicarse con las leyes físicas a las que estamos acostumbrados. Se trata de un estado en el que dos partículas (por ejemplo, dos fotones) entrelazan sus propiedades de forma tal que cualquier cambio que sufra una de ellas es inmediatamente “sentido” por la otra, que reacciona al instante y sin importar cual sea la distancia que las separa.
Y es que las partículas subatómicas, debido a un principio llamado de“superposición cuántica”, pueden existir en cualquier estado teóricamente posible al mismo tiempo. Un fotón, por ejemplo, es capaz de girar horizontal y verticalmente (polarizaciones diferentes) simultáneamente. Solo cuando se efectúa una medición concreta la partícula observada adopta un estado determinado. Y cuando se trata de partículas entrelazadas, como las del experimento, cuando se mide una de las dos y ésta se “congela” en un estado determinado, podemos estar seguros de que la otra ha asumido, en el mismo instante, el estado opuesto. Si medimos un fotón y observamos que tiene una polarización vertical, su “alter ego” tendrá una polarización horizontal.
La técnica usada por los físicos israelíes para entrelazar dos fotones que nunca habían coincidido en el tiempo es bastante compleja. El experimento empezó produciendo dos fotones (que llamaremos 1 y 2) entrelazándolos. El fotón 1 fue inmediatamente medido, por lo que quedó destruido, aunque no sin fijar antes el estado del fotón 2. Entonces los físicos generaron otra pareja de fotones entrelazados (3 y 4) y enlazaron a su vez el fotón 3 con el “superviviente” de la primera pareja, el fotón 2. Lo cual, por asociación, también entrelazó el fotón 1 (que ya no existía) con el 4. A pesar de que los fotones 1 y 4 no habían coincidido en el tiempo, el estado del 4 era exactamente el opuesto del 1. Es decir, ambos estaban entrelazados.
El entrelazamiento funciona de forma instantánea sin importar cual sea la distancia entre las dos partículas, ya sea de pocos cm. ó que ambas se encuentren en extremos opuestos del Universo. Ahora, este experimento ha demostrado que el entrelazamiento no solo existe en el espacio, sino también en el tiempo o, más propiamente dicho, en el espaciotiempo.



Información adicional: http://arxiv.org/abs/1209.4191


"El tiempo no es sino el espacio entre nuestros recuerdos".

"End of transmission".









martes, 8 de abril de 2014

EMISIONES WIMPs



Nadie conoce la verdadera naturaleza de la materia oscura, pero las Partículas Masivas de Interacción Débil, o WIMPs , representan una clase destacada de candidatas. Los teóricos han descrito un amplio abanico de tipos potenciales de WIMPSs, algunos de los cuales podrían tanto aniquilarse mutuamente como producir una partícula intermedia y de desintegración rápida, cuando colisionan. Ambos caminos terminan llegando a la producción de rayos gamma, la forma de luz más energética, en niveles de energía dentro del rango de detección del Telescopio Espacial de Rayos Gamma Fermi.
Ahora, un nuevo estudio sobre rayos gamma provenientes del centro de nuestra galaxia aporta los indicios más firmes obtenidos hasta el momento, de que parte de esta emisión podría deberse a la materia oscura, una sustancia desconocida que según se cree conforma la mayor parte del universo material. Usando datos del Telescopio Espacial de Rayos Gamma Fermi, de la NASA, unos científicos han desarrollado nuevos mapas que muestran que el centro galáctico produce más rayos gamma de alta energía que los que pueden explicarse mediante fuentes conocidas y otras alternativas de materia normal. En cambio, esta emisión en exceso concuerda muy bien con las predicciones hechas mediante modelos simples sobre algunas formas de materia oscura.
La investigación la han hecho expertos del Laboratorio del Acelerador Nacional estadounidense Fermi (Fermilab), en Illinois, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, la Universidad de Chicago, y el Centro para la Astrofísica (CfA) en Cambridge, Massachusetts, gestionado conjuntamente por la Universidad de Harvard y el Instituto Smithsoniano, todas estas entidades en Estados Unidos.  



El centro galáctico está repleto de fuentes de  rayos gamma, desde sistemas binarios interactuando y púlsares aislados, hasta remanentes de supernovas y partículas colisionando con el gas interestelar. Es también donde los astrónomos esperan prevén que hallarán la mayor densidad de materia oscura de la galaxia. La materia oscura afecta a la materia normal y a la radiación sólo a través de su gravedad. Grandes acumulaciones de materia oscura atraen a la materia normal, formando, por así decirlo, los cimientos sobre los cuales se edifican las galaxias y otras grandes estructuras visibles.
Cuando los astrónomos restan cuidadosamente todas las fuentes conocidas de rayos gamma de las observaciones del centro galáctico realizadas por el satélite Fermi, queda un resto de emisiones. Este exceso destaca sobre todo a energías entre los 1.000 y los 3.000 millones de electronvoltios (entre 1 y 3 gigaelectronvoltios, o GeV) y se extiende hacia fuera hasta al menos 5.000 años-luz del centro galáctico.
El equipo de Dan Hooper, del Fermilab, Tracy Slatyer, del MIT, y Douglas Finkbeiner, del CfA, ha determinado que la aniquilación de partículas de materia oscura con una masa entre 31 y 40 GeV encaja a la perfección con el exceso observado de rayos gamma, por su simetría alrededor del centro galáctico, por su espectro y por su brillo global.



"Cuando estamos ante una oscuridad constante, sólo podemos leer entre relámpagos".


"End of transmission".








viernes, 4 de abril de 2014

GRAVITONES ELUSIVOS



La interacción gravitatoria se asocia al intercambio de partículas mediadoras, llamadas gravitones, y el campo gravitatorio debería viajar por el espacio en forma de ondas gravitacionales -del mismo modo que las cargas aceleradas emiten ondas electromagnéticas, las masas aceleradas deberían de emitir ondas gravitacionales-. Según el físico Freeman Dyson, la sensibilidad necesaria para detectar el cambio de distancia tan minúsculo causado por un gravitón haría necesario usar espejos tan masivos que se derrumbarían sobre sí mismos y formarían un agujero negro.
Debido a esto, se ha afirmado que es imposible medir un solo gravitón. Pero, ¿y si se usa el "objeto" más grande conocido, el universo, para buscar los efectos reveladores de los gravitones? Eso es lo que dos físicos están proponiendo.
Lawrence Krauss, un cosmólogo de la Universidad Estatal de Arizona, y Frank Wilczek, un físico galardonado con un Premio Nobel que trabaja en la misma universidad así como en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, Estados Unidos, han propuesto que medir cambios minúsculos en la radiación del fondo cósmico del universo podría ser una vía de detectar los reveladores efectos de los gravitones. Krauss y Wilczek sugieren que la existencia de los gravitones, y la naturaleza cuántica de la gravedad, pueden ser comprobadas a través de algún rasgo (aún por ser determinado) del universo en su etapa inicial. 





Esto podría proporcionar, si Freeman Dyson está en lo correcto sobre que los detectores terrestres no pueden detectar los gravitones, la única verificación empírica directa posible de la existencia de los gravitones. De hecho, el universo actúa como un detector que es precisamente del tipo que es imposible o muy difícil de construir en la Tierra, tal como valora Krauss. 
El universo en las primeras fracciones de segundo después del Big Bang, experimentó un crecimiento rápido y drástico durante un período llamado "Inflación Cósmica". Si existen los gravitones, estos debieron generarse como "fluctuaciones cuánticas" durante la Inflación Cósmica.
Con el paso del tiempo, a medida que el universo se expandía, estas fluctuaciones cuánticas se habrían acabado convirtiendo en ondas gravitacionales observables mediante métodos clásicos, las cuales estiran el espacio-tiempo en una dirección y lo contraen en la otra. Esto habría afectado al modo en que se produjo la radiación electromagnética en la radiación del fondo cósmico de microondas generada por el Big Bang. Analizando las "huellas" de la Inflación Cósmica en la polarización del fondo cósmico de microondas, es factible hallar indicios indirectos de la existencia de los gravitones ( con el telescopio ubicado en el Polo Sur, Bicep 2, como se informó en publicación anterior ).
En su nuevo estudio, Wilczek y Krauss muestran cómo la generación de ondas gravitacionales durante la Inflación Cósmica es proporcional al cuadrado de la constante de Planck.


"No hay nada mas elusivo que lo mas obvio". Sherlock Holmes

"End of transmission".

















martes, 1 de abril de 2014

EL FANTASMA DE LA EXPANSION



El "fantasma" de la expansión del Universo es la energía oscura, pero entre las muchas teorías que tratan de explicar la naturaleza de la energía oscura se encuentran la quintaesencia y los campos fantasmas, dos hipótesis formuladas a partir de los datos de satélites como Planck y WMAP. Ahora investigadores de Barcelona y Atenas plantean que ambas posibilidades son solo un espejismo en las observaciones y es el vacío cuántico el que podría estar detrás de esa energía que mueve nuestro universo.
Los cosmólogos consideran que unas tres cuartas partes del universo están constituidas por una misteriosa energía oscura que explicaría su expansión acelerada. La verdad es que no saben lo que puede ser, así que plantean posibles soluciones.
Una es que exista la quintaesencia, un agente invisible gravitatorio que en lugar de atraer, repele y acelera la expansión del cosmos. Desde el mundo clásico hasta la Edad Media, ese término hacía referencia al éter o quinto elemento de la naturaleza, junto a la tierra, el agua, el fuego y el aire. Otra posibilidad es la presencia de una energía o campo fantasma, cuya densidad aumenta con el tiempo provocando una aceleración cósmica exponencial. Esta llegaría a ser tan alta que podría romper las fuerzas nucleares en los átomos y poner fin al universo en unos 20.000 millones de años, en el llamado Gran Desgarro o Big Rip. 

Los datos experimentales que sirven de base para estas dos hipótesis proceden de satélites como Planck de la Agencia Espacial Europea (ESA) y Wilkinson Microwave Anisotropy Probe (WMAP) de la NASA. Las observaciones de las dos sondas son esenciales para resolver la denominada ecuación de estado de la energía oscura, una fórmula matemática que la caracteriza, igual que los estados sólido, líquido y gaseoso tienen la suya. Pero ahora investigadores de la Universidad de Barcelona (UB) y la Academia de Atenas (Grecia) han utilizado los mismos datos satelitales para demostrar que el comportamiento de la energía oscura no necesita recurrir ni a la quintaesencia ni a la energía fantasma para ser explicado. Los detalles se publican en la revista Montly Notices of the Royal Astronomical Society.
"Nuestro estudio teórico demuestra que la ecuación de estado de la energía oscura puede simular un campo de quintaesencia, o incluso un campo fantasma, sin serlo en realidad; así que cuando observamos estos efectos a partir de las observaciones de WMAP, Planck y otros instrumentos, lo que estamos viendo es un espejismo", dice Joan Solà, uno de los autores.

"Lo que pensamos que ocurre es un efecto dinámico del vacío cuántico, un parámetro que podemos calcular", explica el investigador. El concepto de vacío cuántico no tiene nada que ver con la noción clásica de la nada absoluta. "No hay nada más 'lleno' que el vacío cuántico, ya que está repleto de fluctuaciones que contribuyen de forma fundamental a los valores que observamos y medimos".
La propuesta de estos científicos es que la energía oscura es un tipo de energía del vacío cuántico que actúa en la expansión acelerada de nuestro universo. El inconveniente con este extraño vacío es que origina problemas como el de la constante cosmológica, una discrepancia en los datos teóricos y las predicciones de la teoría cuántica.
“Sin embargo, la quintaesencia y los campos fantasmas todavía son más problemáticos, así que la explicación basada en el vacío cuántico dinámico podría ser la más simple y natural", concluye Solà. 
Esta energía oscura parece repeler gravitacionalmente toda la materia y, por tanto, es probable que cause que el universo se expanda para siempre.

"El espacio-tiempo es un "ahora" en expansión".

"End of transmission".








viernes, 28 de marzo de 2014

SOMOS POLVO COSMICO



La frase hecha realidad por los continuos avances de la astrobiologia: "Estamos hechos de ingredientes que se encuentran en el polvo cósmico", es más actual que nunca ya que los científicos están encontrando más y más pruebas de que material creado en el espacio y llevado a la Tierra por impactos de cometas y meteoritos podría haber sido el impulso definitivo que hizo surgir vida aquí. Algunos meteoritos proporcionan sustancias que pueden servir de "ladrillos" con los que se pueden formar ciertos tipos de moléculas, más grandes y complejas, que son fundamentales para la vida.
Mientras, la comunidad científica ha analizado meteoritos ricos en carbono (condritas carbonáceas) y ha encontrado aminoácidos, los "ladrillos" de los que están hechas las proteínas. Las proteínas figuran entre las moléculas más importantes de la vida, y sirven para producir estructuras como el pelo y la piel, y para acelerar o regular reacciones químicas. En los meteoritos también se han hallado a veces los componentes que permiten la formación de ADN, la sustancia que transporta las instrucciones de cómo crear y regular un organismo viviente, así como otras moléculas biológicamente importantes.  

Sin embargo, estos meteoritos ricos en carbono son relativamente raros, representando menos del cinco por ciento de los meteoritos encontrados e identificados como tales, y estos últimos son a su vez una minúscula porción de todo el material extraterrestre que llega a la Tierra. Aparte de esto, las sustancias básicas para la vida encontradas en los meteoritos por lo general están presentes en bajas concentraciones, típicamente del orden de algunas partes por millón o incluso partes por mil millones. Esto plantea la cuestión de hasta qué punto los meteoritos pudieron hacer aportaciones decisivas de sustancias decisivas para la creación de vida. Sin embargo, la Tierra constantemente recibe otro tipo de material extraterrestre: polvo de cometas y asteroides.
A pesar de su reducido tamaño, estas partículas de polvo interplanetario pudieron proporcionar mayores cantidades y un suministro estable de material orgánico extraterrestre a la Tierra primitiva. Desafortunadamente, han sido poquísimos los estudios sobre su composición orgánica, especialmente con respecto a los compuestos biológicamente relevantes que pudieron contribuir al surgimiento de vida. El motivo de esta escasa actividad analítica ha sido esencialmente el minúsculo tamaño de las muestras.


Esto puede cambiar a partir de ahora. El equipo de Michael Callahan, del Laboratorio Analítico de Astrobiología, dependiente del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland, Estados Unidos, ha aplicado recientemente una tecnología avanzada para inspeccionar muestras de tamaño ínfimo de meteoritos, y determinar con gran detalle y fiabilidad si contienen o no ingredientes para la vida.
Estos científicos han encontrado aminoácidos en una muestra de 360 microgramos (millonésimas de gramo) del meteorito Murchison. Este tamaño de muestra es 1.000 veces más pequeño que el tamaño de muestra típico utilizado en los sistemas convencionales de análisis.
El meteorito Murchison tiene 4.600 millones de años de antigüedad y debe su nombre al de la ciudad australiana de Murchison, donde fue encontrado en 1969. Este estudio es una demostración de la fiabilidad de la nueva técnica. El de Murchison es un meteorito que ha sido ampliamente analizado, y por eso ha servido para calibrar la precisión y fiabilidad de la nueva técnica. Callahan y sus colaboradores obtuvieron los mismos resultados examinando tanto un fragmento muy pequeño como uno mucho mayor del mismo meteorito.
Esta nueva técnica permitirá investigar con gran eficacia materiales extraterrestres como micrometeoritos, partículas de polvo interplanetario y partículas cometarias.


Información adicional: http://www.nasa.gov/content/new-technique-could-be-used-to-search-space-dust-for-lifes-ingredients/#.UzXShqh5MbA


"La impresión de “infinito” que nos produce mirar al firmamento en una noche clara la podemos sentir también cada vez que miramos a nuestro alrededor y recordamos que todos y cada uno de los átomos que forman toda esa materia que nos rodea (incluidos nosotros mismos) no es ni más ni menos que polvo de estrellas”. Carl Sagan

"End of transmission".









miércoles, 19 de marzo de 2014

EL ECO DE LA CREACION




Un equipo internacional de científicos liderado por John Kovac, radioastrónomo del Centro para la Astrofísica Harvard Smithsoniano, de Cambridge, acaba de dar con los primeros instantes del universo, un período al que algunos se refieren como las "épocas oscuras" del cosmos, porque aún no existían ni estrellas ni galaxias.
Con un telescopio ubicado en el Polo Sur, Bicep 2, Kovac y sus colegas lograron tomar "una instantánea" de las huellas que dejaron en el espacio-tiempo ondas producidas por la explosión inicial una mil millonésima de billonésima de billonésima de billonésima de segundo después del Big Bang. Además, de probar la predicción de Einstein de que el Big Bang produjo "ondas gravitacionales", un efecto que se desprende de su teoría de la relatividad general, también probaría el "período inflacionario", es decir la expansión del Universo. 



Las ondas gravitacionales comprimen y expanden el tiempo y el espacio a medida que se desplazan a la velocidad de la luz, y así distorsionan el fondo de radiación cósmica, también llamado el eco del Big Bang. El físico argentino Matías Zaldarriaga investigador del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, calculó exactamente qué tipo de polarización había que buscar. Se la llamó "polarización de modo B", y es precisamente la que ahora detectaron Kovac y su equipo. "Si uno mueve una carga, se producen ondas electromagnéticas (luz) que llevan esa información a otras cargas y las hacen mover -explicó el último fin de semana Zaldarriaga desde Princeton-. Las ondas gravitacionales hacen lo mismo, pero para la fuerza de la gravedad."
"Cuando uno mueve cualquier masa/energía -añadió- se emiten ondas gravitacionales que llevan esa información. Las del período inflacionario hoy siguen viajando en el universo, pero llevan tan poca energía que hasta ahora no se habían podido detectar. No sólo son un fósil de la época de la inflación, sino que nos permiten saber qué tan rápido se estaba expandiendo el universo en ese momento. La producción de esas ondas gravitacionales durante la inflación es además un fenómeno cuántico, similar a la radiación de Hawking. De modo que esta medición nos da información sobre la teoría cuántica de la gravedad."

"Una onda gravitacional estira y comprime a su paso los objetos que cruza, de manera distinta en distintas direcciones -detalla Harari-. Pero es un efecto tan minúsculo que aún no había sido posible detectarlo en forma directa ni con los experimentos más sofisticados, como el LIGO (Laser Interferometer Gravitational Wave Observatory). Había evidencia indirecta de que una estrella orbitando alrededor de otra emite ondas gravitacionales tal cual lo predijo Einstein. Eso está confirmado desde 1974. En cuanto a ondas gravitacionales «primordiales», generadas durante el Big Bang, hasta ahora no se habían logrado evidencias directas ni indirectas, por lo tenue de los efectos que se estima que producen."


"La vida es como un eco, si no te gusta lo que percibís prestá atención a lo que emitís".

"End of transmission".







viernes, 14 de marzo de 2014

MATERIA OSCURA Y EVOLUCION HUMANA



Parece que la evolución como especie humana se debe a la acción de la Materia Oscura.
La nueva teoría propuesta por los físicos teóricos Lisa Randall y Matthew Reece, de la Universidad de Harvard, se basa en suposiciones derivadas de estudios recientes.
La primera hipótesis es la existencia de una membrana muy delgada de la materia oscura que se encuentre en la mitad de nuestra galaxia, dividiéndola en dos partes, una superior y otra inferior. Este disco de materia oscura puede causar mayores impactos de meteoritos que, a su vez, pudieron ser la causa de varias extinciones masivas de especies ocurridas en nuestro planeta a lo largo de su historia, incluso la extinción de los dinosaurios.
El sistema solar se mueve a lo largo de la galaxia no solamente en el plano 'horizontal' sino también en el plano 'vertical', oscilando de arriba hacia abajo y viceversa, pasando por el centro de la galaxia cada 35 millones de años. La membrana de la materia oscura en el centro de la galaxia provoca un empuje gravitatorio que perturba los cometas en la nube de Oort, que a su vez provocan mayores bombardeos con meteoritos.  
El modelo investigado se basa en una forma hipotética de materia oscura descrita por los autores y sus colaboradores el año pasado, como medio para resolver otro enigma cósmico independiente. La existencia de un 'disco oscuro' podría ser probado en breve por las observaciones astronómicas, según apunta el artículo publicado en 'Nature'.
Según presumen los físicos, estos periodos de 35 millones de años corresponden a los mayores 'bombardeos' de meteoritos, que se cree pueden tener un carácter cíclico. No obstante, los autores de la teoría no ocultan el hecho de que la deducción de que los mayores impactos de meteoritos ocurren cada 35 millones de años se basa en una evidencia estadística muy superficial basada en recientes estudios de cráteres de más de 20 kilómetros de diámetro, que suelen proveer unas dataciones poco puntuales. Otro problema es que la materia oscura como la conocemos no es capaz de formar dicha membrana delgada debido a la falta de la posibilidad de interactuar. Pero sí lo podría hacer una forma de materia oscura hipotética descrita por los físicos el año pasado. La existencia de dicha forma de materia oscura podría ser comprobada durante próximos estudios astronómicos.
A pesar del carácter especulativo, la nueva teoría podría volverse científica permitiendo a los investigadores hacer predicciones basándose en esta nueva idea exótica.

Información adicional: http://www.nature.com/news/did-dark-matter-kill-the-dinosaurs-1.14839

"Un hombre con una idea nueva es un loco hasta que la idea triunfa". Mark Twain 

"End of transmission".









miércoles, 12 de marzo de 2014

COSMOS: LA ODISEA CONTINUA



Ayer como hacía 34 años, volvimos a maravillarnos con la serie Cosmos, de Carl Sagan.
La nueva serie tiene como título: "Cosmos: una odisea a traves del espacio tiempo". Como su predecesora de 1980, el nuevo programa promete desentrañar los misterios del universo gracias a los avances tecnológicos de las últimas décadas. La popular serie creada por Sagan , que nos dejó solo físicamente en 1996, regresa a la pantalla chica en 13 nuevos capítulos, presentados por National Geographic los martes a las 22 horas (Argentina), con la conducción del astrofísico Neil deGrasse Tyson, discípulo de Carl Sagan, y guión de su viuda Ann Druyan.
El amor que sentía Neil por los astros lo llevó a escribirle una carta en 1975 a su ídolo Carl Sagan para que le recomendara dónde estudiar aquello que tanto lo apasionaba. La respuesta no tardó en llegar. La carta de Sagan, además de alentarlo a introducirse en el mundo científico, lo invitaba a pasar todo un día en la Universidad de Cornell, en Nueva York, donde era profesor y director del Laboratorio de Estudios Planetarios. Allí lo convenció de unirse al club de las estrellas. Y no se equivocó.
Hoy el doctor Tyson, además de ser un astrofísico y excelente divulgador científico, es el director del Planetario Hayden en el Museo Nacional de Historia Natural en Nueva York y ahora es el conductor del programa que mejor explica los misterios del universo.

"Con la aparición de la serie original en 1980 cambió la conciencia de muchos y hasta su cultura. Traspasó el campo científico. Hoy creo que el mundo necesita de un nuevo Cosmos , es decir, una nueva forma de narración científica que permita revelar la grandeza del universo y reinventar los elementos más característicos de la serie original, como el Calendario Cósmico y la Nave Espacial Imaginación", explicó el profesor Tyson.

Cosmos, representa un viaje impresionante y épico hacia una nueva era de la exploración, navegando a través de las estrellas en equilibrio perfecto entre el escepticismo y el asombro, aplicando ciencia rigurosa mezclada con elementos visuales increíbles gracias a la tecnología de punta de hoy y en alta definición. Es un periplo donde se cruzan las emociones y las creencias espirituales, dando como resultado una experiencia trascendental, una visión del cosmos en la mayor escala que se pueda imaginar.

La ciencia no está atada a paradigmas. Eso es lo bueno de la ciencia. Está abierta a cualquier teoría o posibilidad que pueda llegar a ser cierta. Los mejores científicos no tienen límites en su libertad de pensamientos. El universo es algo muy complejo y hay muchas cosas con las que nos sigue desafiando en nuestra meta por comprenderlo.

"La vida es la forma en que el universo se conoce a sí mismo". Carl Sagan

"End of transmission".







jueves, 6 de marzo de 2014

HUELLAS BIOLOGICAS MARCIANAS



El origen de la vida se relaciona con los sucesivos impactos de meteoritos que sufrió la Tierra hace 4.000 millones de años, esta hipótesis fué impulsada por el reciente descubrimiento de aparentes formas de vida en meteoritos marcianos, así como por la constatación de la existencia de sustancias “orgánicas” complejas en el espacio sideral. Los afamados investigadores australianos, Paul Davies y su colega Charles Lineweaver sugirieron anteriormente en una publicación en la revista especializada Astrobiology, que lo más probable es que en ese período se formaran también en la Tierra diferentes tipos de vida extraterrestre, que habrían permanecido ocultas y que incluso pueden haberse mezclado en nuestros genes. Ambos autores, aunque reconocen la naturaleza especulativa de su teoría, estiman que el relativamente reciente descubrimento de un tipo de ADN “inútil” indica que el mundo microbiano reserva todavía muchas sorpresas, una de las cuales podría ser la de la manifestación de vida extraterrestre en organismos de nuestro planeta.
Ahora bien, los resultados de un análisis reciente de un meteorito procedente de Marte indican la posible presencia de indicios de antiguas formas de vida marciana. Este meteorito se suma así a otro del que años atrás se sacaron conclusiones parecidas.

Aquel meteorito anterior, el ALH84001, fue analizado por un grupo de científicos de la NASA liderados por David McKay, Everett Gibson y Kathie Thomas-Keprta. Los resultados de su análisis, presentados en 1996, incluían la detección de minúsculas estructuras que podían haber sido obra de antiguos microorganismos marcianos. El hallazgo despertó una gran controversia.

Ahora, en un nuevo estudio, Gibson, Lauren White y sus colegas han analizado las estructuras internas de un meteorito marciano de 13,7 kilogramos (30 libras), conocido como Yamato 000593 (Y000593). El equipo ha informado que las diferentes estructuras y propiedades de la composición del interior del Y000593 que se acaban de descubrir también sugieren posibles procesos biológicos activos en Marte hace cientos de millones de años.
Si bien las misiones robóticas a Marte continúan arrojando luz sobre la historia del planeta, las únicas muestras de él disponibles en la Tierra son meteoritos marcianos.
Los análisis encontraron que la roca se formó hace unos 1.300 millones de años, a partir de un flujo de lava en Marte. Hace unos 12 millones de años, se produjo un impacto que expulsó el meteorito de su superficie. Éste viajó a través del espacio hasta que cayó en la Antártida, hace unos 50.000 años. La roca fue encontrada en el glaciar Yamato en la Antártida, gracias a la Expedición Japonesa de Investigación Antártica de 2000.

Los autores del nuevo estudio han hallado dos grupos característicos de rasgos. Encontraron estructuras en forma de túnel y de microtúnel que discurren por el interior del Y000593. Los microtúneles observados muestran formas curvadas y onduladas coherentes con las texturas de bioalteración observadas en vidrios basálticos terrestres, anteriormente dadas a conocer por investigadores que estudian las interacciones de las bacterias con los materiales basálticos en la Tierra.
El segundo grupo de rasgos consiste en esférulas de tamaño nanométrico y micrométrico que se hallan encajadas entre capas dentro de la roca, y que se distinguen del carbonato y de la capa de silicato inferior. Rasgos esféricos similares fueron vistos previamente en el meteorito marciano Nakhla que cayó en 1911 en Egipto. Las mediciones de composición de las esférulas del Y000593 muestran que son significativamente ricas en carbono comparadas con las capas de iddingsita de su alrededor.
Tal como advierten los autores del nuevo estudio, no se puede excluir que las regiones ricas en carbono en ambos grupos de rasgos sean el producto de mecanismos abióticos: sin embargo, las similitudes en composición y texturas con rasgos de muestras terrestres, que han sido interpretados como biogénicos, implican la intrigante posibilidad de que los rasgos marcianos hayan sido formados por actividad biótica.


Información adicional: http://www.jpl.nasa.gov/news/news.php?release=2014-065

"La ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia". Carl Sagan 

"End of transmission".







 

viernes, 28 de febrero de 2014

BONANZA PLANETARIA



En la película "2001 Odisea del Espacio", el astronauta protagonista del final dice del Universo,
"Está lleno de estrellas", bueno parece que ahora después de un análisis detallado de posibles detecciones, los científicos de la misión Kepler de la NASA han ratificado el descubrimiento de 715 nuevos planetas en órbita a otras estrellas. Estos mundos recién verificados orbitan alrededor de 305 estrellas, demostrando que los sistemas planetarios múltiples similares a nuestro sistema solar son comunes en el universo, el cuál "Esta lleno de planetas".

Casi el 95 por ciento de esos planetas son más pequeños que Neptuno, el cual posee casi cuatro veces el tamaño de la Tierra. Esta nueva y prolífica adición al catálogo de mundos de fuera de nuestro sistema solar constituye un incremento significativo en el número de planetas conocidos de pequeño tamaño, más parecidos a la Tierra que los exoplanetas (planetas de fuera de nuestro sistema solar) previamente identificados. Para verificar la autenticidad de esta cantidad planetaria, un equipo investigador codirigido por Jack Lissauer, científico planetario en el Centro Ames de Investigación de la NASA, en Moffett Field, California, Estados Unidos, analizó estrellas con más de un planeta potencial, todos los cuales fueron detectados en los primeros dos años de observaciones del telescopio espacial Kepler, de mayo de 2009 a marzo de 2011.
Desde el descubrimiento verificado de los primeros exoplanetas, hace unas dos décadas, la verificación planeta a planeta ha sido un proceso laborioso. Ahora, los científicos disponen de una técnica estadística que puede ser aplicada a muchos planetas a un tiempo, cuando son encontrados en sistemas que albergan más de uno alrededor de la misma estrella.

Cuatro de esos planetas validados como tales tienen menos de 2,5 veces el tamaño de la Tierra, y orbitan en la zona habitable de su sol, definida ésta como el rango de distancia desde una estrella donde la temperatura superficial de un planeta en órbita puede ser adecuada para mantener líquida el agua, un ingrediente decisivo para la vida.
Uno de esos nuevos planetas en una zona orbital habitable, llamado Kepler-296f, orbita una estrella con la mitad de tamaño que nuestro Sol, y con un brillo un 5 por ciento del de éste. Kepler-296f duplica el tamaño de la Tierra, pero los científicos no saben si el planeta es un mundo gaseoso, con una envoltura gruesa de hidrógeno-helio, o si es un mundo con una superficie esencialmente líquida, o sea con un vasto océano, quizás muy profundo.
“Cuanto más exploramos, más rasgos encontramos entre las estrellas que nos resultan familiares porque nos recuerdan al hogar", subraya Jason Rowe, científico investigador en el Instituto SETI, en Mountain View, California, y codirector de la investigación.

Con esta nueva validación de nuevos planetas, la cantidad total de planetas descubiertos en firme fuera de nuestro sistema solar es ya de casi 1.700. Lanzado en marzo de 2009, el telescopio espacial Kepler constituye la primera misión de la NASA dedicada a encontrar planetas potencialmente habitables de tamaño similar al de la Tierra.

La Enciclopedia Galáctica que hablaba Carl Sagan en "Cosmos" ha comenzado a completarse.

Información adicional: http://www.nasa.gov/ames/kepler/nasas-kepler-mission-announces-a-planet-bonanza/ 

 "Hay más cosas en el cielo y en la tierra , que todas las que pueda soñar tu filosofía"  Hamlet

"End of transmission".








miércoles, 26 de febrero de 2014

AMBIGÜEDADES CUANTICAS



Hace 50 años, en 1964, el físico John Bell se enfrentó a la aparente disparidad entre física clásica y mecánica cuántica, diciendo que si el universo está basado en la física clásica, la medición de una partícula entrelazada no debería afectar a la medición de la otra, o sea que habría un límite en cómo de correlacionadas pueden estar dos partículas. Bell diseñó una fórmula matemática para esa situación con un límite.
Desde entonces, los físicos han examinado el teorema de Bell midiendo las propiedades de partículas entrelazadas cuánticamente en el laboratorio. En esencia, todos estos experimentos han mostrado que tales partículas están correlacionadas de una manera más fuerte de lo que se podría esperar bajo las leyes de la física clásica, hallazgos que apoyan a la mecánica cuántica en esa vertiente.
Sin embargo, los científicos han identificado también varias lagunas o ambigüedades en el teorema de Bell. Éstas sugieren que aunque los resultados de tales experimentos pueden parecer apoyar las predicciones de la mecánica cuántica, podrían en realidad reflejar “variables ocultas” desconocidas que proporcionarían la ilusión de un resultado cuántico, pudiéndose aún explicarse en términos clásicos.
Aunque se han cerrado ya dos lagunas principales, resta una tercera; los físicos se refieren a ella como “independencia de la configuración inicial”, o de forma más provocadora, “libre albedrío”. Esta laguna propone que los ajustes iniciales de un detector de partículas podrían “conspirar” con los eventos en el pasado causal compartido de los propios detectores para determinar qué propiedades de la partícula medir, un escenario que, aunque muy poco probable, implicaría que un físico realizando un experimento no tendría un libre albedrío completo a la hora de elegir la configuración inicial de cada detector. Tal escenario resultaría en mediciones sesgadas, lo que sugeriría que dos partículas están más correlacionadas de lo que realmente lo están, y dando más peso a la mecánica cuántica que a la física clásica.
David Kaiser y Andrew Friedman, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, y Jason Gallicchio de la Universidad de Chicago, ambas instituciones en Estados Unidos, han propuesto un experimento para cerrar esta tercera laguna mediante la determinación de la configuración inicial de un detector de partículas usando una de las luces más antiguas del universo: la de los distantes quásares, o núcleos galácticos extremadamente activos y brillantes, que se formaron miles de millones de años atrás.
Si bien la idea de usar luz de fuentes distantes como los quásares no es nueva, la investigación de Kaiser, Friedman y Gallicchio constituye el primer análisis detallado de cómo tal experimento podría ser llevado a la práctica, utilizando tecnología actual.

La idea, en esencia, es que si dos quásares en lados opuestos del cielo están lo bastante lejos el uno del otro, habrán permanecido fuera de todo contacto causal (no pueden haberse influido el uno al otro) desde el Big Bang, hace unos 14.000 millones de años, sin posibilidad de que algo se haya comunicado con ambos desde el inicio del universo, un escenario ideal para determinar la configuración inicial de cada detector de partículas.
Tal y como explica Kaiser, podría realizarse un experimento de la manera siguiente: Se preparara en un laboratorio un generador de partículas, como por ejemplo un átomo radiactivo que lanza parejas de partículas entrelazadas cuánticamente. Un detector mide una propiedad de la partícula A, mientras que otro detector hace lo mismo para la partícula B. Una fracción de segundo después de que las partículas sean generadas, pero justo antes de que los detectores sean configurados, los científicos utilizarán observaciones telescópicas de lejanos quásares para determinar qué propiedades medirá cada detector de su respectiva partícula. En otras palabras, el quásar A determina la configuración inicial para detectar la partícula A, y el quásar B la del detector para la partícula B.
Los investigadores razonan que dado que la configuración inicial de cada detector se halla determinada por fuentes que no han tenido contacto o compartido historia desde el inicio del universo, sería virtualmente imposible para ellos “conspirar” con nada en su pasado compartido para proporcionar una medición sesgada; el sistema experimental podría por tanto cerrar la laguna del “libre albedrío”. Si, después de múltiples mediciones con este sistema experimental, los científicos encuentran que las mediciones de las partículas están más correlacionadas de lo predicho por las leyes de la física clásica, entonces esto significaría que el universo debe estar basado en la mecánica cuántica, sólo es cuestión de esperar el final del experimento.


Información adicional: http://web.mit.edu/newsoffice/2014/closing-the-free-will-loophole-0220.html

"La pasión no sabe esperar. Lo trágico de los hombres estriba frecuentemente en no saber esperar". Friedrich Nietszche.

"End of transmission".







 
 

lunes, 24 de febrero de 2014

ANIVERSARIO DEL BIG BANG



Cuando en 1964 el astrónomo Robert Woodrow Wilson y el físico Arno Allan Penzias estaban probando un nuevo tipo de antena, apenas esperaban que su trabajo diera lugar a algunos de los descubrimientos más importantes de la cosmología moderna. Lo que comenzó como ruido molesto en sus mediciones resultó ser el zumbido de fondo del Universo temprano.
Ellos descubrieron una señal de microondas enterrada en sus datos, trataron de filtrar la señal, suponiendo que se trataba simplemente de ruido no deseado, pero esto resulto ser la señal de Radiación Cósmica de Microondas, descubrimiento con el cual más tarde, en 1978 ganaron el Premio Nobel.

Hoy 50 años después de ese descubrimiento, la Radiación Cósmica de Microondas es a menudo descrita como el "eco" del Big Bang, porque si el Universo tuvo un origen, debería haber dejado una huella del evento, al igual que el eco de un cañón representa una "huella" del sonido original. La diferencia es que en lugar de un eco audible, el Big Bang dejó detrás de sí una huella de calor a lo largo de todo el espacio.
Una vez que se entiende que el Universo tuvo un principio, los científicos comenzaron a preguntar "¿cómo llegó a existir, y que existía antes de él?"
La mayoría de los científicos ahora creen que la respuesta a la primera parte de la pregunta es que el Universo surgió a través de una singularidad, término que usan los físicos para describir un punto teórico con volumen cero y densidad infinita. Es un lugar en el que la densidad de materia y la curvatura del espacio se hacen infinitas. Creemos que existen escondidas discretamente en el interior del horizonte de un agujero negro.
Respecto a la segunda parte de la pregunta, en cuanto a lo que existía antes del Big Bang, ha desconcertado a los científicos. Por definición, nada existía antes del inicio, y esto ha planteado más preguntas que respuestas. Por ejemplo, si nada existía antes del Big Bang, ¿Qué y cómo se originó la singularidad?
Una vez que se originó (como sea que se haya originado), la singularidad comenzó a expandirse a través de un proceso llamado inflación, el Universo paso de ser una pequeña, densa, y muy caliente singularidad a la extensión inmensa que vemos hoy. Esta teoría que ahora se conoce como el Big Bang, un término acuñado por Sir Fred Hoyle, quien dicho sea de paso no creía en la Teoría, durante una emisión radial de la British Broadcasting Corporation (BBC) en 1950. 


Curiosamente, en realidad no había ningún tipo de explosión como su nombre indica, sino más bien la rápida expansión del espacio y el tiempo. Es como si estuviera inflando un globo, como se sopla aire en el interior del globo se expande hacia el exterior. Ahora se estima que el Universo tiene unos 13,8 mil millones de años. El Big Bang es la mejor explicación de la ciencia de cómo empezó el universo. Según la teoría, el universo comenzó mucho más caliente y más densa de lo que es hoy, se expandió y se enfrió con el tiempo. La otra pregunta que podemos hacer es: ¿Pudo haber vida inmediatamente después del Big Bang.?
Un astrofísico de la Universidad de Harvard, Abraham Loeb, ha llevado a cabo una investigación en la que se sugiere que 15 millones de años después del Big Bang el Universo habría tenido las condiciones adecuadas para la existencia de agua, un requisito para que la vida sea posible. "Todo el universo fue una vez una incubadora de vida", ha declarado a la revista 'Nature'.
En su trabajo, publicado en 'Arxiv.org', Loeb explica que, hoy en día, la temperatura del fondo cósmico de microondas, los restos del Big Bang, es muy fría (2,7ºKelvin), pero en sus inicios, el Universo habría estado más cerca de 300ºKelvin, lo que supone suficiente calor para sustentar vida si existiera un lugar propicio para que ésta apareciera.
En este sentido, el astrofísico ha señalado que en esa época es posible que existieran planetas rocosos en lugares donde la materia era excepcionalmente densa. Estas características propician la formación de estrellas masivas, de corta vida, que fueron enriqueciendo el cosmos de elementos pesados necesarios para la formación de estos planetas.

Sin embargo, este Universo que defiende Loeb apenas duraría 2 o 3 millones de años. En ese tiempo todos los planetas rocosos habrían sido capaces de mantener agua líquida, independientemente de su distancia con su estrella. "Al ser un espacio tan corto de tiempo la vida no pudo convertirse en un organismo complejo, así que estamos hablando solo de la presencia de microorganismos", ha explicado el científico.
'Nature' ha destacado que este trabajo desafía el principio antrópico, que establece que cualquier teoría válida sobre el universo tiene que ser consistente con la existencia del ser humano.

Sin embargo, durante la época habitable propuesta de Loeb, la materia era tan densa que incluso si la energía del vacío había sido un millón de veces más fuerte, no habría impedido la formación de estrellas y planetas rocosos y el surgimiento de la vida. Por lo tanto, dice Loeb, los partidarios del principio antrópico no pueden afirmar que el pequeño valor observado ahora es el único que pueda ser observado por los seres vivos.

"El mundo es necesariamente como es porque hay seres que se preguntan por qué es así."

"End of transmission".











viernes, 21 de febrero de 2014

ANOMALIAS DEL CAMPO MAGNETICO




Recibimos el año 2014 sufriendo temperaturas extremas tanto en el Hemisferio Sur como en el del Norte. ¿Avanza con fuerza el cambio climático a la inversa del campo magnético de la Tierra?.

La fuerza del campo magnético terrestre ha disminuido un 15% en los últimos 200 años, de seguir la progresión actual, el campo magnético terrestre podría desaparecer dentro de 1.500 o 2.000 años, (por lo que deberían pasar muchos siglos antes de que vuelva a producirse una inversión del campo). Se considera que la disminución de la fuerza del campo magnético, que se mide desde 1845, puede ser sólo una fase de muchos cientos de años, si bien podría tener serias consecuencias sobre aquellas regiones del planeta en las que el debilitamiento del campo magnético es más acusado.
Las anomalías magnéticas se han detectado principalmente en las latitudes polares y al sur de Sudáfrica, aunque también en menor medida en las profundidades del Océano Pacífico. Una de las regiones más afectadas es el sur del Océano Atlántico, ya que la disminución del campo magnético en la zona ha influido en gran medida en el volumen de pérdida global registrado, al mismo tiempo que ha reducido el nivel de protección que venía ejerciendo sobre la Tierra respecto a las radiaciones naturales procedentes del espacio.
Por ello, los satélites de órbita baja son más vulnerables a estas radiaciones cuando pasan por encima de esta región del sur del Océano Atlántico, debido a lo que denominan “anomalía sudatlántica”.
El caso de la región sudatlántica es un ejemplo de cómo el debilitamiento del campo magnético de la Tierra afecta al sistema global, considerándose al respecto que, además de desproteger al planeta de radiaciones espaciales, la pérdida de fuerza magnética puede también provocar carencias significativas y temporales de ozono.
El proceso de inversión magnética se ha producido a lo largo del tiempo geológico y es utilizado en Magnetoestratigrafía para determinar la edad de las rocas. El método se basa en utilizar minerales ferromagnéticos como la magnetita o la hematita, presentes en rocas sedimentarias e ígneas principalmente, para determinar el campo magnético terrestre en determinado intervalo de tiempo. Dichos minerales tienen la capacidad de alinearse con el campo magnético, por lo cual registran la orientación del mismo. Es bajo este concepto que se ha establecido que el campo magnético sufre reversos (norte magnético pasa al sur geográfico) y normales.

Los científicos han determinado que este proceso es inevitable, sin embargo no se ha podido establecer en que momento sucederá. Diferentes modelos han predecido que si ocurre una inversión, la tierra y su capa de ozono quedarán expuestas al viento solar, lo cual afectaría las actividades humanas, incluso su salud.
Dada la importancia de la Magnetósfera, las diferentes agencias espaciales han demostrado un creciente interés, expresado con el lanzamiento de los tres satélites del proyecto SWARM para estudiar los cambios en el campo magnético terrestre. Este proyecto tiene como objetivo proveer a la comunidad científica mejores mapas magnéticos del planeta para ayudar a entender el impacto del "clima" espacial en las telecomunicaciones y los sistemas de posicionamiento global.


Información adicional: http://www.nasa.gov/topics/earth/features/2012-poleReversal.html

“No podemos dejar que el consumo ilimitado de los seres humanos decida qué suerte correrá la naturaleza. Después de todo, es nuestra propia suerte.”


"End of transmission".













miércoles, 12 de febrero de 2014

LA MANO DE ADONIS



La serie original de "¿ciencia ficcion?", Star Trek, nos sigue asombrando por la correlación ficción-ciencia. En su segundo episodio de la segunda temporada "¿Quién llora por Adonis?", aparece un campo energético en forma de mano humana atrapando a la nave Enterprise. 
Pues bien, una imagen captada por el satélite astronómico NuSTAR está causando sensación por su curiosa forma de mano humana. El azar y la naturaleza son capaces a veces de generar formas tan parecidas a objetos reconocibles que no resulta extraño que en el pasado mucha gente le atribuyera un carácter sobrenatural a manifestaciones de esta clase. La estructura captada en la nueva imagen a buen seguro se habría considerado siglos atrás en algunas sociedades una prueba contundente de la existencia de Dios. La "mano" en cuestión ha merecido el apelativo coloquial de "La Mano de Dios" por su obvio carácter imponente y porque parece estar manipulando una nebulosa.

La nueva imagen de la "Mano de Dios" muestra una nebulosa brillando a 17.000 años-luz de distancia, energizada por una estrella muerta que gira sobre sí misma a enorme velocidad, dando cerca de 7 vueltas completas cada segundo. Este cadáver estelar, llamado PSR B1509-58, es un púlsar, el resultado de la muerte de una estrella que estalló en forma de supernova. El púlsar tiene sólo unos 19 kilómetros (12 millas) de diámetro, pero una importante parte de la masa de la estrella está ahí concentrada, por lo que el astro tiene una densidad colosal.  Según la teoría más aceptada, cuando una estrella masiva agota su combustible nuclear, su núcleo se contrae bajo su propio peso. A medida que se contrae, más prensada está la materia, hasta que llega un punto en el que los protones y los electrones del núcleo de la estrella se fusionan y producen neutrones. Si la masa de la estrella no es demasiado grande, puede permanecer estable en este estado, y en tal caso ha nacido lo que se conoce como estrella de neutrones o púlsar. Se trata de un objeto muy denso, tanto como lo sería el Sol si se le comprimiera para hacerle caber en una esfera de unos 10 kilómetros (6 millas) de radio.

En su frenética y exótica actividad actual, PSR B1509-58 acelera partículas de su entorno que son disparadas contra los restos de la estrella que fueron expulsados en la explosión. Estas partículas interactúan con los campos magnéticos de este caótico escenario, que hacen brillar notablemente a la nube en la banda de los rayos-X. El resultado es una estructura que ya en imágenes anteriores se parecía a una mano abierta, con el reverso visible y la palma oculta. En la nueva imagen se aprecia detalladamente. De hecho, la semejanza con una mano es tanta, que incluso se distingue cuál dedo es cada uno, y que la mano es la izquierda. También se aprecia la postura de la mano, con el meñique proyectado hacia delante de manera que no se ve entero.

¿Acaso no estamos en manos de la Naturaleza?.

 Información adicional:  http://www.jpl.nasa.gov/news/news.php?release=2014-010

"Acercarse a lo sobrenatural es verdadera terapia". Carl Gustav Jung

"End of transmission".








miércoles, 5 de febrero de 2014

LA PARADOJA FIREWALL



No se puede escapar de un agujero negro en la teoría clásica", dijo Stephen Hawking en un estudio publicado en la revista 'Nature'. La teoría cuántica, sin embargo, dice "que la energía y la información puedan escapar de un agujero negro", agregó. Así, los agujeros negros no serían tales en realidad.
En lugar de un horizonte de sucesos, el nuevo estudio de Hawking titulado 'preservación de la información y la predicción del tiempo para los agujeros negros', propone un llamado "horizonte aparente", que aspiraría temporalmente la materia y la energía para "escupirlas" después con una forma muy diferente.
Para Hawking, tratar de predecir qué nueva forma tendría esa materia sería como tratar de predecir el clima: "es posible, pero muy difícil de hacer".
La nueva obra de Hawking es un intento de resolver lo que se conoce como la 'paradoja firewall' (paradoja de las paredes de fuego de un agujero negro), que ha inquietado a los físicos durante casi dos años desde que fuera presentada por el físico teórico Joseph Polchinski, por saltarse por completo la teoría de la relatividad de Einstein.
De acuerdo con esta nueva teoría, el horizonte de sucesos se transforma realmente en una región de alta energía o un muro de fuego. Por lo que, si un astronauta tuviera la mala suerte de caer en un agujero negro se quemaría al instante.


La relatividad dice que si caes en un agujero negro, morirías como un espagueti; tu cuerpo sería estirado gradualmente por las fuerzas gravitatorias cada vez más fuertes. Pero cuando Joseph Polchinski de la Universidad de California en Santa Bárbara y sus colegas exploraron las implicaciones cuánticas de los agujeros negros, se encontraron con un problema. Los agujeros negros emiten fotones a través de algo que se conoce como radiación de Hawking, y estos están “enlazados” con el interior del agujero negro y también entre ellos. Esto rompe la regla de la mecánica cuántica que señala que las partículas no pueden estar enlazadas a dos cosas al mismo tiempo.  


Para conservar la “monogamia” cuántica, Polchinski sugirió que el enlazamiento agujero negro-fotón se rompe. Esto produce un muro de energía en el horizonte de sucesos del agujero negro que echa por tierra la relatividad debido a que cualquiera que caiga se quemaría en lugar de volverse espagueti. Bienvenido a la paradoja del muro de fuego (“firewall”) del agujero negro.
Abundan las posibles soluciones, pero ahora dos físicos, Juan Maldacena del Instituto de Estudio Avanzado en Princeton, y Leonard Susskind de la Universidad Stanford, California, han presentado una más audaz: una nueva clase de agujero de gusano en que el enlazamiento no necesita romperse.
Primero, los dos físicos demostraron que estos túneles en el espacio-tiempo, descritos generalmente por las matemáticas de la relatividad general, también surgen de la teoría cuántica, si dos agujeros negros están enlazados. Es como si el agujero de gusano fuere la manifestación física del enlazamiento.
Luego, extendieron su idea a un único agujero negro y su radiación de Hawking, resultando en una nueva clase de agujero de gusano. Fundamentalmente, sugieren que este agujero de gusano, que vincula un agujero negro y su radiación de Hawking, puede no ser un problema para la monogamia cuántica en la forma en que lo es el enlazamiento normal. Como resultado, el muro de fuego no necesita aparecer, conservando la relatividad.
Patrick Hayden de la Universidad McGill en Montreal, Canadá, dice que la idea de los agujeros de gusano de pares de agujeros negros enlazados es convincente, pero que se necesita más trabajo para el caso del agujero negro y un fotón. Polchinski, por su parte, es cautelosamente optimista: “Sin duda, introduce nuevas ideas. Pero hay mucho que aún tiene que ser llenado”.
Todavía hay espacio para muros de fuego en la nueva definición de agujero de gusano. Maldacena y Susskind también describen cómo un observador fuera del agujero negro podría manipular la radiación de Hawking, creando una onda de choque que viaje hacia el agujero de gusano y aparezca como un muro de fuego. Esto no contradice a la relatividad debido a que el muro de fuego es opcional, no intrínseco del agujero negro. Maldacena espera que el análisis de estas opciones les enseñe a los físicos acerca de la gravedad cuántica.


Ahora, una física sueca llamada Sabine Hossenfelder propuso una nueva solución de la 'paradoja firewall' que, a diferencia de la reciente propuesta de Stephen Hawking, no requiere una revisión radical de los conceptos dominantes en la astrofísica.
En particular, la nueva solución permite confirmar la existencia del 'horizonte de sucesos', la 'entrada' a estos agujeros, algo que el famoso astrofísico británico negó en su estudio publicado en Enero. El objeto de la investigación de Hossenfelder era la llamada radiación de Hawking, la radiación de un agujero negro causada por las fluctuaciones cuánticas del vacío cerca de su 'horizonte de sucesos'. Durante estas fluctuaciones se producen pares partícula-antipartícula, una de las cuales puede ser absorbida por el agujero, y la otra abandona las proximidades de un agujero como radiación. La absorción de antipartículas causa la disminución del agujero. Desde el exterior el fenómeno se ve como evaporación.
Hossenfelder reveló que el proceso de producción de partículas no está realizado por solo un par, sino por dos pares de partícula-antipartícula. Además, los pares interactúan de una manera en la que tanto las partículas salientes, como las entrantes, se entrelazan. El entrelazamiento significa que algunos de los parámetros de estas partículas están interconectados. Seguiremos el tema en siguientes publicaciones a la espera de una nueva respuesta de S. Hawking.


"El hombre busca respuestas y encuentra preguntas". Paradoja del conocimiento

"End of transmission".