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domingo, 22 de marzo de 2020

VIRUS COVID-19


“Este virus es un ARN compuesto de malas noticias.” Alfredus del Bajo


El nuevo coronavirus se produjo a partir de la evolución natural y no de un laboratorio con el propósito de servir como arma biológica, pero no se sabe si proviene del espacio exterior. Así lo determinó un equipo de científicos internacionales tras analizar el genoma del virus. El hallazgo fue publicado en un estudio para la revista Natural Medicina. Específicamente, los investigadores se centraron en las proteínas de espiga que se encuentran en la superficie del COVID-19, cuyas características evidencian el resultado de una selección natural que hizo en el planeta Tierra, -pero que no se sabe a ciencia cierta su origen terricola-. Los coronavirus son una familia de virus conformada por varios tipos de enfermedades. Provocan desde simples resfríos hasta brotes severos como el SARS y el MERS. El último conocido es el SARS-CoV-2 o COVID-2019. Reciben el nombre e coronavirus precisamente porque alrededor de su estructura llevan algo similar a una corona, que en realidad se trata de proteínas que sirven para entrar a una célula humana. Los científicos precisaron que dichas proteínas poseen espigas que, a su vez, se caracterizan por tener un receptor (RBD) y un sitio de escisión. El primero hace de ‘gancho’, con el que se adhiere a la pared de la célula humana, lo segundo funciona como un ‘abrelatas’ y permite hacer paso para invadir la célula.  Es improbable que el SARS-CoV-2 surgiera a través de la manipulación de laboratorio de un coronavirus similar al SARS-CoV relacionado. Como se señaló anteriormente, el RBD de SARS-CoV-2 está optimizado para unirse al ACE2 humano con una solución eficiente diferente de las predichas, dice el estudio. Por otro lado, encontraron diferencias sustanciales entre la estructura molecular general del COVID-19 y de los otros coronavirus.



"End of transmission".





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