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viernes, 26 de julio de 2019

NADA ES LO QUE PARECE SER


"Existen otras posibilidades además de lo que consideramos como cierto, incluso tengamos que revisar nuestro concepto de realidad". Afredus del Bajo


Un experimento mental ha puesto patas arriba algunos de los cimientos de la física cuántica y abierto una apasionante polémica en el mundo académico. Los resultados de este experimento, realizado por Daniela Frauchiger y Renato Renner, del Instituto Federal Suizo de Tecnología, se publican en Nature Communications. Este proceso se refiere a lo que ocurre en el mundo cuántico, donde reina un caos en el que fluyen ondas de energía que muestran un universo de posibilidades infinitas. Se parece al patio de un colegio en el momento del recreo: cientos de niños corretean chillando de un lado para otro hasta que suena el timbre. En ese momento, todos se alinean y entran en clase-(por lo menos en mi época escolar)-. La onda que representa ese conjunto de niños agitados se colapsa cuando suena el timbre y el caos de energías dispersas se concreta en una fila de niños dispuestos a aprender. En el universo cuántico, el colapso de energías dispersas se produce cuando interviene un observador: al medir lo que pasa, las ondas se convierten en partículas y forman la realidad que perciben nuestros sentidos. Una vez más, el mundo cuántico desconcierta a la comprensión humana: por ejemplo el efecto del gato de Schrödinger se diluye a medida que se complejiza la observación y cuestiona que podamos tener alguna influencia en la creación de los procesos físicos. Una de las consecuencias de este nuevo experimento es que refuerza la idea de la coherencia cuántica, según la cual, el "verdadero mundo cuántico" debe ser mucho más rico que nuestro mundo observado. En términos clásicos hay que decir que existen "muchos mundos" que en total forman el único y verdadero mundo cuántico. Los así llamados modelos de decoherencia permiten explicar la ausencia de superposiciones en los estados macroscópicos de la materia (el gato vivo o muerto), sin necesidad de una intervención determinante del observador. El nuevo experimento añade más incertidumbre acerca de si la física cuántica puede explicar la realidad, la única explicación de su resultado es que, aparentemente, la mecánica cuántica no es, universalmente aplicable y, por lo tanto, no es válida para los objetos ordinarios, a pesar de que ha sido repetidamente confirmada por la experiencia. El observador se enreda, una vez más, en su propia observación.



"End of transmission"





1 comentario:

  1. https://ethz.ch/en/news-and-events/eth-news/news/2018/09/errors-in-the-quantum-world.html

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