"Parecen nuestros pensamientos tan absolutamente solitarios... Y, sin embargo, tan intensamente conectados". Alfredus del Bajo
Quién no ha sentido alguna vez una atracción telepática o llamado mental? ¿Quién no ha sentido una sensación extraña, difícil de explicar con palabras o un instinto incontrolable, sin lógica?. En todo caso parece que la hipótesis telepática deberá ser hoy investigada en conexión con la investigación de otros fenómenos similares conocidos hoy en la física cuántica, en la biología y en la neurología. Los fenómenos telepáticos deberían unirse así al paquete de hechos extraños conectados hoy quizá con los fenómenos de coherencia cuántica y acción a distancia, tanto en el mundo físico como biofísico. Como hipótesis cabría añadir que si, como sugieren algunas observaciones, la “eficacia” de la interacción telepática mutua no se atenuase al incrementarse la distancia entre emisor y receptor, habría que deducir que no existe distancia entre los sujetos mentales y que todos ellos existen en un mismo “recinto mental” carente de dimensiones espaciales. La “hipótesis telepática” admitiría que al menos en determinados casos, en circunstancias especiales, aún poco determinadas, cabe la posibilidad de que una “mente” (actuando como “receptora”) sea estimulada, sin estímulos sensoriales interpuestos, por la actuación de otra “mente” (“emisora”) que, repetimos, actúa supuestamente de modo directo sin la mediación de la voz, el tacto u otro medio de excitación sensorial. Otra significativa consecuencia de la detección (en su caso) de interacciones telepáticas, realizada con metodología rigurosa, sería la identificación de una nueva modalidad de interacción a distancia. Es sabido que en el actual estado del saber científico las únicas modalidades de interacción entre objetos situados en distintas localizaciones espaciales (llamadas a veces fuerzas a distancia) son la interacción o fuerza gravitatoria (ejercida entre masas) y la interacción electromagnética (ejercida entre cargas eléctricas, bien estáticas, bien en movimiento). Si se detectase sin dejar lugar a dudas la existencia de fenómenos telepáticos y, si gracias a precauciones experimentales apropiadas, pudiese descartarse que tal interacción telepática se realizase como consecuencia de interacciones gravitatorias o electromagnéticas, se habría encontrado una nueva modalidad de interacción a distancia, no gravitatoria ni electromagnética, sino realizada mediante una modalidad de interacción a distancia desconocida hasta el presente. En otras palabras, se habría establecido un carácter extra-corpóreo o extra-espacial. Dicha hipótesis abriría horizontes nuevos en el conocimiento de la realidad y podría ser la puerta de entrada a mundos tan insospechados como reales.
"End of transmission"
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