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miércoles, 27 de noviembre de 2013

ALERTA: NEUTRINOS DETECTADOS



En el mismísimo Polo Sur, junto a la base científica estadounidense Amundsen Scott, está incrustado, en un kilómetro cúbico de hielo, el detector IceCube, cuya función es captar estas partículas elementales generadas fuera del Sistema Solar, los llamados neutrinos cosmológicos o astrofísicos. Los científicos de este peculiar telescopio anuncian ahora, en la revista Science, que han captado un total de 28 neutrinos de altísima energía y propiedades específicas que permiten descartar que puedan haberse producido en el Sol o en la atmósfera terrestre. “Es el amanecer de una nueva era de la astronomía”, afirma el científico estadounidense Francis Halzen, científico de Universidad de Wisconsin-Madison, responsable y padre del IceCube.

Los científicos todavía no pueden señalar los fenómenos concretos que emitieron esos neutrinos detectados en la Antártida, dado que el flujo es pequeño todavía, pero las teorías indican que deben proceder de explosiones estelares de supernova, de agujeros negros, de galaxias activas o de otros fenómenos extremos.


Miles de millones de neutrinos pasan por cada centímetros cuadrado de la Tierra –y por el cuerpo de cada uno de nosotros- cada segundo. Como si nada. Estas partículas apenas interaccionan con la materia así que la atraviesan sin inmutarse y como son neutras, no se desvían por los campos magnéticos. Pero se generan en procesos físicos fundamentales y en cantidades ingentes. La inmensa mayoría de los neutrinos que nos atraviesan imperceptiblemente se generan en el Sol o en las interacciones de los rayos cósmicos en la atmósfera y en la radiactividad natural. También se producen en los reactores nucleares y en aceleradores de partículas, como el PS del CERN (Laboratorio Europeo de Física de Partículas).

Como son tan fantasmagóricas, lograr detectar estas partículas sin apenas masa y viajando casi a la velocidad de la luz exigen auténticas proezas tecnológicas y mucha imaginación por parte de los científicos. El IceCube está formado por 86 cables en los que están montados 5.160 módulos ópticos capaces de ver minúsculos destellos de luz azul (nominada Cherenkov) emitida cuando, muy de vez en cuando, un neutrino interactúa con el hielo. Esos 86 cables están distribuidos en un kilómetro cúbico de hielo de la Antártida a una profundidad entre 1.450 y 2.450 metros de profundidad. Siete años se tardó en construir el peculiar telescopio en las condiciones extremas del Polo Sur, incluyendo la instalación de todos los dispositivos electrónicos y transmisión de datos que se envían directamente desde la Antártida a la Universidad de Wisconsin-Madison, en Estados Unidos, para su análisis.


“Esta es la primera indicación de neutrinos de muy alta energía procedentes de fuera del Sistema Solar, con energías más de un millón de veces superiores a la de los neutrinos observados en 1987 relacionados con una supernova que se vio en la galaxia Gran Nube de Magallanes”, explica Halzen. Los neutrinos de aquella supernova, 1987A, pasaron a la historia de la ciencia ya que fueron los primeros que se lograron asociar directamente a un fenómeno así y proporcionaron importantísima información, no solo sobre la estrella que explotó en supernova (debió acabar en agujero negro) sino también sobre los mismos neutrinos.
“Los neutrinos son mensajeros excepcionales de los fenómenos de más alta energía del universo porque, a diferencia de la luz, escapan fácilmente de entornos extremadamente densos".


"En la escala de lo cósmico sólo lo fantástico tiene posibilidades de ser verdadero". Pierre Teilhard de Chardin

Información adicional:  http://icecube.wisc.edu/news/view/171









viernes, 22 de noviembre de 2013

EL LEGADO DE CAMELOT SIGUE VIGENTE



Hoy hace 50 años moría asesinado John F. Kennedy. Recuerdo que al salir de mi segundo grado de la escuela primaria, mi madre me comentó la noticia con lágrimas en sus ojos. Ella como casi todas las madres que recogían a sus hijos ese día escolar estaban muy compungidas con la terrible noticia, ya que para todos nosotros era el líder indiscutido de Occidente, inspirador de la libertad del individuo, los derechos civiles y la carrera espacial.

Anteriormente el 12 de setiembre de 1962, el presidente Kennedy daba un discurso en la Universidad Rice sobre el Esfuerzo Espacial Nacional de su país. Reflexionaba así: “¿Pero por qué - algunos dicen - la Luna? ¿Por qué elegir esto como nuestra meta? Y ellos muy bien podrían preguntar ¿por qué escalar la montaña más alta? ¿Y por qué - 35 años atrás - volar a través de el Atlántico?.Y respondía: “Nosotros elegimos ir a la Luna. Nosotros elegimos ir a la Luna y hacer las otras cosas, no porque son fáciles, sino porque son difíciles”.  



En materia espacial, el mayor especialista de los Estados Unidos era sin duda Wernher von Braun. Por lo que ahora el espacio estaba abierto a los estadounidenses, y según su presidente, el entusiasmo de ellos para compartir su significado no estaba gobernado por los esfuerzos de otros. Decía que los Estados Unidos iban al espacio porque las personas libres debían participar completamente de lo que sea que la Humanidad deba realizar.
Por tanto, Kennedy pidió al Congreso, por encima y además de los aumentos que él mismo anteriormente había pedido para las actividades espaciales, que proveyese los fondos que se necesitaban para alcanzar determinadas metas nacionales. Y en primer lugar, Kennedy creía que su nación debía comprometerse a conseguir la meta, antes de que terminase esa década, de aterrizar una persona en la Luna y retornarlo de vuelta con seguridad a la Tierra. “Pero en un sentido muy real, no será solo una persona yendo a la Luna” concluyó en un Mensaje Especial al Congreso de su país en Washington, D. C., sobre Necesidades Nacionales Urgentes, sino que “será una nación entera, porque todos nosotros deberemos trabajar para colocarlo allá.” Así nació, el 25 de mayo de 1961, el programa lunar Apollo.

Para mi en esos años todo me parecía muy de ciencia ficción, pero como decía uno de mis mentores el Dr. Carl Sagan, a mi también la ciencia ficción me llevó a la ciencia. Hoy desde este humilde lugar deseo hacer un homenaje a ese mito que sigue vivo,
John F. Kennedy.


"La exploración del espacio continuará adelante, nos unamos a ella o no, y es una de las grandes aventuras de todos los tiempos, y ninguna nación que espere ser la líder de otras naciones puede esperar a quedarse detrás en esta carrera por el espacio." J.F.K.

"End of transmission".










COMUNICACION LASER LUNAR



La demostración de Comunicación Láser Lunar ha hecho historia al utilizar un rayo láser pulsante para transmitir datos a través de los 384,400 km que separan a la Tierra y la Luna a una tasa récord de bajada de datos de 622 megabits por segundo (Mbps).
El LLCD es el primer sistema de NASA para comunicación de dos vías usando un láser en vez de ondas de radio. También ha demostrado una tasa de subida de datos libre de errores de 20 Mbps transmitidos desde la estación de tierra primaria en New Mexico hacia una sonda espacial que actualmente orbita la luna.

Desde que NASA se aventuró por primera vez al espacio, ha dependido de la comunicación por radiofrecuencia. El problema es que la radiofrecuencia está alcanzando su capacidad límite a medida que aumenta la demanda de más capacidad de transmisión de datos. El desarrollo y despliegue de sistemas de comunicación láser permitirá extender las posibilidades de comunicación espacial, como por ejemplo un incremento en la resolución de imágenes y transmisión de video en 3D por parte de sondas y naves espaciales desde el espacio profundo.
“El objetivo de LLCD es validar y construir confianza en esta tecnología de manera que futuras misiones consideren utilizarla”, dijo Don Cornwell, administrador del LLCD en el Centro de Vuelo Espacial Goddard, en Greenbelt, Maryland. “Esta capacidad única desarrollada por el Laboratorio Lincoln del Instituto de Tecnología de Massachusetts tiene posibilidades de aplicación increíbles”.

La parte “lunar” del LLCD se encuentra a bordo de la sonda espacial LADEE (Explorador de Ambiente de Polvo y Atmósfera Lunar) de NASA, lanzado en Septiembre desde las Instalaciones de vuelo Wallops, en Virginia. LADEE es una misión robótica de 100 días, entre cuyos objetivos se encuentra proveer datos que ayuden a determinar si era realmente polvo lo que causaba el misterioso brillo que observaron astronautas en el horizonte lunar durante las misiones Apollo, donde también explorará la atmósfera lunar.


 Información adicional: www.nasa.gov/mission_pages/ladee/main/

"Antes las distancias eran mayores porque el espacio se mide por el tiempo".Jorge Luis Borges
 
"End of transmission".






martes, 19 de noviembre de 2013

ONDAS GRAVITACIONALES HOLOGRAFICAS



Un extraño ruido detectado por el GEO600 hizo que los investigadores que trabajan en él, hasta un físico llamado Craig Hogan, director del Fermi National Accelerator Laboratory (Fermilab), de Estados Unidos, afirmara que el GEO600 se había tropezado con el límite fundamental del espacio-tiempo, es decir, el punto en el que el espacio-tiempo deja de comportarse como el suave continuo descrito por Einstein para disolverse en “granos” (más o menos de la misma forma que una imagen fotográfica puede verse granulada cuanto más de cerca la observamos).
Según Hogan, “parece como si el GEO600 hubiese sido golpeado por las microscópicas convulsiones cuánticas del espacio-tiempo”. El físico afirma que si esto es cierto, entonces se habría encontrado la evidencia necesaria para afirmar que vivimos en un gigantesco holograma cósmico.
La teoría de que vivimos en un holograma se deriva de la comprensión de la naturaleza de los agujeros negros y, aunque pueda parecer una teoría absurda, tiene una base teórica bastante firme. Los hologramas de las tarjetas de crédito y billetes están impresos en películas de plástico bidimensionales. Cuando la luz rebota en ellos, recrea la apariencia de una imagen tridimensional. En la década de 1990, el físico Leonard Susskind y el premio Nobel Gerard ‘t Hooft sugirieron que el mismo principio podría aplicarse a todo el universo. 


Según esta teoría, nuestra experiencia cotidiana podría ser una proyección holográfica de procesos físicos que tienen lugar en una lejana superficie bidimensional. Desde hace algún tiempo, los físicos han mantenido que los efectos cuánticos podrían provocar que el continuo espacio-tiempo convulsionara fuera de control a escalas muy pequeñas. A estas escalas, la red espacio-temporal podría granularse, y estar compuesta de diminutas unidades (similares a los píxeles) de un tamaño de aproximadamente cien trillones de veces el tamaño del protón.
Si el ruido captado por el GEO600 ha registrado estas hipotéticas convulsiones, según Hogan, la descripción del espacio-tiempo cambiaría radicalmente. Eso supondría considerar el espacio-tiempo como un holograma granulado, y describirlo como una esfera cuya superficie exterior estaría cubierta por unidades del tamaño de la longitud de Planck (distancia o escala de longitud por debajo de la cual se espera que el espacio deje de tener una geometría clásica).


Cada una de estas “piezas” del mosaico universal sería, asimismo, una unidad de información. Y, según el principio holográfico, la cantidad total de información que cubre el exterior de dicha esfera habría de coincidir con el número de unidades de información contenidas en el volumen del universo. Teniendo en cuenta que el volumen del universo esférico sería mucho mayor que el volumen de la superficie exterior, esto se complica aún más. Pero Hogan también señala una solución para este punto: si ha de haber el mismo número de unidades de información o bits dentro del universo que en sus bordes, los bits interiores han de ser mayores que la longitud de Planck. “Dicho de otra forma, el universo holográfico sería borroso”, explica el físico.
La longitud de Planck ha resultado demasiado pequeña para ser detectada hasta la fecha, pero Hogan afirma que el GEO600 ha podido registrarla porque la “proyección” holográfica de la granulosidad podría ser mucho mayor, de alrededor de entre 10 y 16 metros.
Lo que ha detectado el GEO600, en definitiva, podría ser la borrosidad holográfica del espacio-tiempo, desde el interior de este universo holográfico. Cierto es que aún está por demostrar que el extraño ruido captado, de frecuencias entre los 300 y 1.500 hertzios, no proceda de cualquier otra fuente, reconoce Hogan.

Esta posibilidad también ha de considerarse, dada la sensibilidad del detector para captar desde el ruido del paso de las nubes hasta el de los movimientos sísmicos terrestres. De hecho, los investigadores del detector se afanan continuamente en “borrar” ruidos de fondo detectados por el GEO600, para poder definir lo importante. De cualquier manera, si el GEO600 hubiera descubierto el ruido holográfico procedente de las convulsiones cuánticas del espacio-tiempo, entonces ese ruido obstaculizaría la detección de las ondas gravitacionales. Sin embargo, por otro lado, el hallazgo podría suponer un descubrimiento incluso más fundamental, sin precedentes en la historia de la física.


Información adicional: http://www.geo600.org/ 

 "¿Qué es real? ¿Cómo defines lo real? Si estás hablando de lo que puedes sentir, lo que puedes oler, lo que puedes saborear y ver, entonces lo real son simplemente señales eléctricas interpretadas por tu cerebro". The Matrix

"End of transmission".