Los cinturones Van Allen de radiacion que rodean la Tierra son llamados así en honor a su descubridor
James Van Allen. Fueron descubiertos gracias al lanzamiento del satélite estadounidense Explorer 1, que casualmente ayer se cumplieron
54 años de su lanzamiento el 31 de Enero de 1958, siendo este el primero de Estados Unidos.
No tienen nada que ver
James Van Allen con Irwin Allen guionista y director de cine, llamado el Rey de las peliculas de Catastrofe, ( y tambien de algunas series de ciencia ficcion de culto), pero recuerdo la pelicula que dirigio:
VIAJE AL FONDO DEL MAR (USA, 1961), en la misma los cinturones Van Allen que rodean a la tierra se han incendiado por la acción de los rayos ultravioletas (nunca entendi el porque ) y amenazan seriamente a la Humanidad provocando un aumento en la temperatura de dos grados centígrados al día.
Cuando esta alcance los ochenta grados significará la aniquilación de todo vestigio de vida en el planeta. La única esperanza estriba en el submarino atómico
Seaview, comandado por el
Almirante Nelson que deberá iniciar una carrera contra reloj para llegar a un punto exacto donde tendrá que lanzar hacia los anillos un misil atómico que revierta el proceso de calentamiento.
Como correlato de la correlacion existente entre la Ciencia Ficcion y la Ciencia, ahora la
NASA ( como ya lo informe anteriormente en el
Tour de Misiones al Espacio ), enviara en
Agosto de este año dos naves espaciales idénticas que serán lanzadas para analizar los patrones de radiación de los cinturones Van Allen.
Estos cinturones son en forma de anillo, y rodean la Tierra uno encima del otro. Se componen de protones y electrones, y francamente su papel sigue siendo un tema de debate entre los científicos planetarios.
Sin embargo, lo que se conoce con certeza acerca de ellos es que las partículas elementales que las contienen puede dañar fácilmente los equipos electrónicos a bordo de la nave espacial saliente y de los satélites, causando potencialmente daños de millones de dólares.
La mayoría de las partículas en los cinturones de radiación Van Allen son eléctricamente cargadas, razón por la cual es tan importante entenderlas. "Probablemente lo más interesante para mí de los cinturones de radiación es cuan variable es la región", dice
Robyn Millan.
El experto trabaja como físico en la
Universidad de Dartmouth. "Durante las tormentas geomagnéticas, vemos partículas cargadas aceleradas a energías muy altas, relativistas, viajando cerca de la velocidad de la luz", dice ella.
"El número de estas partículas puede aumentar por un factor de
1.000 en un día o menos. Rara vez pensamos en la
Tierra como un acelerador de partículas eficiente como los cuerpos exóticos como los agujeros negros o supernovas, pero lo es, y es justo en nuestro propio patio trasero, por lo que realmente podemos estudiar los procesos en detalle".
En un intento por comprender estas variaciones – que puede hacer que los cinturones de radiación literalmente desaparezcan en cuestión de días o menos: NASA tomará un enfoque integrado, combinando lecturas obtenidas de los sondeos RBSP con los datos recogidos por las sondas de ciencia que se lanzarán en la Antártida.
La nave gemela se alza sobre el ecuador de la Tierra, y su objetivo será analizar cómo las partículas cargadas en los cinturones de Van Allen se concentran sobre las líneas magnéticas en esta ubicación.
"Uno de los principales retos del RBSP será diferenciar entre las hordas de teorías que intentan explicar por qué los cinturones crecen y decrecen con el tiempo", explica el experto
David Sibeck. El investigador, un científico del proyecto para el
RBSP en la NASA Goddard Space Flight Center (GSFC), en Greenbelt, Maryland, hizo el anuncio en un reciente comunicado de prensa.
"A pesar de que los cinturones de radiación fueron descubiertos a los finales de los años 50, no hemos tenido una reciente misión en el espacio dedicada a estudiar la física detallada de lo que esta sucediendo allí – ahora llegaremos a lanzar nuestras sondas en el momento justo, cuando una constelación de naves espaciales están allí haciendo mediciones de ciencia de alta calidad".
Tambien ,la
Universidad de Lancaster está trabajando con el
British Antarctic Survey en un proyecto dotado con 400,000 libras esterlinas para comprender cómo las partículas del espacio afectan a la atmósfera terrestre. Los científicos pretenden saber más acerca de los denominados
“electrones asesinos” (Killer electrons) ubicados en el cinturón de radiación de Van Allen alrededor de la Tierra, que pueden dañar satélites y naves espaciales en órbita.