"Una vez que descartamos lo imposible queda la evidencia de lo probable". Alfredus del Bajo
Este libro que estoy escribiendo con motivo de la pandemia mundial y cuyo título es CRONOVIRUS, puede sonar como una historia de “La Dimensión Desconocida” (o "The Twilight Zone) pero la premisa, al menos es defendible: los cometas en desintegración y los asteroides al colisionar, esparcieron pedazos de material por todo nuestro sistema solar. Algunas partículas pueden venir de más lejos, pueden ser de otro tiempo y lugar a través de los agujeros de gusano que pueden estar esparcidos en el espacio. Dejando de lado mis afirmaciones, también existe un problema fundamental con este concepto de la enfermedad que viene del espacio: los microbios y virus patógenos tienen una "comprensión" íntima de la biología en la que intervienen. El plan de juego de los virus es controlar la maquinaria celular para hacer copias de sí mismos, lo que está en exquisitamente sintonía con la química específica de la vida terrestre, la cual es en sí misma el resultado de miles de millones de años de evolución. Pensar que los organismos de otros mundos (mundos en los que el ADN podría no existir y si solo ARN) serían capaces de manipular con éxito nuestras células como en este momento lo hace el virus del Covid-19. En nuestra experiencia cotidiana, tenemos acceso a las tres dimensiones espaciales, en las que nos movemos libremente (para adelante, atrás, arriba, abajo...), mientras que en la cuarta dimensión del tiempo somos prisioneros del presente. Sin embargo, teóricamente podría existir una quinta dimensión en la que otro tipo de vida se desplegaría ante nosotros de la misma manera que las tres dimensiones del espacio a las que estamos acostumbrados. Según ha explicado el científico Kip Thorne, un mundo que se encuentra en las profundidades del llamado "pozo gravitatorio" en el espacio, y por lo tanto sometido a fuerzas intensísimas, podría hipotéticamente generar un agujero de gusano donde virus patógenos pueden pasar de una dimensión a otra. Una especie de atajo cósmico que teóricamente podría existir, según la Teoría de la Relatividad General de Einstein. La imagen que se usa habitualmente para explicar este hipotético túnel en el espacio-tiempo es que si el Universo fuera una manzana, una hormiga podría llegar en poco tiempo desde un extremo a otro a través del agujero formado por un gusano, sin tener que rodearla. Sin embargo, a pesar de que el diseño del agujero de gusano está basado en cálculos matemáticos reales, la realidad es que a día de hoy, no hay absolutamente ninguna evidencia experimental que haya demostrado la existencia de este fenómeno. Pero como decia mi mentor Carl Sagan, "La ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia".
"End of transmission".
"End of transmission".
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