Un grupo de científicos liderado por la Universidad Estatal de Arizona (EE.UU.) ha creado el primer mapa geológico de toda la superficie del satélite joviano. El paisaje que aparece reflejado no puede ser más exótico: activos volcanes, lagos de lava y llanuras de sulfuro... Como la descripción del infierno. El mapa, publicado por el Instituto Geológico y Minero de EE.UU., ilustra uno de los territorios volcánicos más asombrosos nunca documentados en el Sistema Solar.
Desde su descubrimiento en enero de 1610, Io ha sido objeto de repetidas observaciones, primero por telescopios terrestres y más tarde por sondas Voyager y Galileo en órbita, que realizaron diferentes sobrevuelos. Estos estudios muestran un mundo cuyas relaciones gravitacionales con Júpiter y sus lunas hermanas Europa y Ganímedes provocan una flexión masiva y rápida de su superficie rocosa. Esta flexión genera un calor tremendo en el interior de Io, que se alivia con el vulcanismo de superficie, dando como resultado 25 veces más actividad volcánica de la que se produce en la Tierra.
El mapa, que combina las mejores imágenes de las naves Voyager 1 y 2 de la NASA y del orbitador Galileo (1995-2003) revela con un gran nivel de detalle una serie de características de origen volcánico como domos volcánicos y depresiones, campos de lava y depósitos de pluma en varias formas, tamaños y colores, además de altas montañas y grandes llanuras ricas en dióxido de azufre. En total, se identifican 425 volcanes.
Sin embargo, a pesar de esta diversidad geológica, existe una característica particular que es común a la Luna, Marte, e incluso la Tierra que no está representado en el mapa geológico de Io, los cráteres de impacto. No los tiene. «Es el único objeto en el sistema solar donde no hemos visto ningún cráter de impacto», explica el líder del proyecto, David Williams, de la Universidad Estatal de Arizona, lo que puede deberse a su reciente actividad volcánica.
Según los científicos, el nuevo mapa puede ayudar a comprender mejor la naturaleza y la diversidad de la actividad volcánica de nuestro sistema solar, al tiempo que, en el futuro, permitirá comprobar los cambios sobre la superficie de este horno inquietante que se ha transformado.
" El pesar oculto, como un horno cerrado, quema el corazón hasta reducirlo en cenizas". William Shakespeare
"End of transmission".
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