A comienzos de la década de los cincuenta, el escritor Ray Bradbury todavía buscaba su lugar dentro de la industria.
Basada en el argumento presentado por el escritor, Vinieron del Espacio Exterior (It Came from Outer Space, 1953) nos sitúa en el desierto de Arizona, en el momento en que se produce un aterrizaje de emergencia. Se trata de una nave procedente del espacio exterior.
Este mes, lo que vino del espacio exterior lo tiene la sonda Interstellar Boundary Explorer (IBEX), que orbita la Tierra, ella capturo material que proviene del espacio interestelar, es decir, de más allá de nuestro sistema solar. Pero son solo particulas.
El material puede dar pistas sobre cómo y dónde ser formó nuestro sistema solar, y las fuerzas que lo formaron, además de darnos ideas sobre la historia de otras estrellas de la Vía Láctea.
Los átomos encontrados corresponden, entre otros, a 20 de neon y 74 de oxígeno, mientras que en nuestro sistema, por cada 20 átomos de neon hay 111 de oxígeno. “O bien nuestro sistema solar evolucionó en un lugar separado con más oxígeno que el resto, o gran parte del oxígeno, crítico para la vida, está atrapado en polvo o hielo interestelar, incapaz de moverse libremente por el espacio”, explica David McComas, investigador de IBEX.
La investigación también nos ayuda a conocer la “nube” que hay alrededor de nuestro sistema solar, y que estamos atravesando en este momento. Es llamada la “nube interestelar local”, a la que nuestro sistema solar entró en algún momento de los últimos 45.000 años, pero que según las estimaciones hechas por los científicos, midiendo las velocidades de los vientos galácticos, se espera que la dejemos en los próximos 100 a 3.000 años para entrar en otro territorio desconocido.
"Lo sabio es la meta del alma humana y, a medida que se avanza en sus conocimientos, va alejando a su vez el horizonte de lo desconocido." - Heráclito
"End of transmission"
Este mes, lo que vino del espacio exterior lo tiene la sonda Interstellar Boundary Explorer (IBEX), que orbita la Tierra, ella capturo material que proviene del espacio interestelar, es decir, de más allá de nuestro sistema solar. Pero son solo particulas.
Al capturar este material, la IBEX permitirá que los científicos estudien cómo se distribuyen los elementos más allá de la zona en que habitamos y cómo se diferencian de lo que vemos en nuestro vecindario.
La composición de materiales del espacio interestelar es particularmente interesante para los investigadores porque las estrellas reparten una gran cantidad de elementos (como nitrógeno, oxígeno, hierro y otros) una vez que se mueren. Estos materiales viajan por el espacio y se convierten en materia prima para reciclaje y formación de nuevas estrellas, planetas, plantas, animales, seres inteligentes que se preguntan de que estan hechos, etc.
IBEX escanea el espacio alrededor nuestro completamente una vez al año, con el objetivo de estudiar el límite entre nuestro sistema solar y el espacio que hay afuera. Cada Febrero sus instrumentos son apuntados hacia la dirección donde se espera que sea más probable interceptar átomos viajeros del exterior. En 2009 y 2010 se atraparon algunas partículas, pero el grupo capturado esta vez es el más completo que se haya observado hasta ahora.
“Hemos medido directamente cuatro tipos de átomos del espacio interestelar y la composición no calza con lo que vemos en el sistema solar. Las observaciones de IBEX iluminan de una forma diferente la misteriosa zona donde se termina el sistema solar y empieza el espacio interestelar”, afirmó Eric Christian, científico de la NASA Goddard Space Flight Center.
“Hemos medido directamente cuatro tipos de átomos del espacio interestelar y la composición no calza con lo que vemos en el sistema solar. Las observaciones de IBEX iluminan de una forma diferente la misteriosa zona donde se termina el sistema solar y empieza el espacio interestelar”, afirmó Eric Christian, científico de la NASA Goddard Space Flight Center.
El material puede dar pistas sobre cómo y dónde ser formó nuestro sistema solar, y las fuerzas que lo formaron, además de darnos ideas sobre la historia de otras estrellas de la Vía Láctea.
Los átomos encontrados corresponden, entre otros, a 20 de neon y 74 de oxígeno, mientras que en nuestro sistema, por cada 20 átomos de neon hay 111 de oxígeno. “O bien nuestro sistema solar evolucionó en un lugar separado con más oxígeno que el resto, o gran parte del oxígeno, crítico para la vida, está atrapado en polvo o hielo interestelar, incapaz de moverse libremente por el espacio”, explica David McComas, investigador de IBEX.
La investigación también nos ayuda a conocer la “nube” que hay alrededor de nuestro sistema solar, y que estamos atravesando en este momento. Es llamada la “nube interestelar local”, a la que nuestro sistema solar entró en algún momento de los últimos 45.000 años, pero que según las estimaciones hechas por los científicos, midiendo las velocidades de los vientos galácticos, se espera que la dejemos en los próximos 100 a 3.000 años para entrar en otro territorio desconocido.
"Lo sabio es la meta del alma humana y, a medida que se avanza en sus conocimientos, va alejando a su vez el horizonte de lo desconocido." - Heráclito
"End of transmission"
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