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martes, 16 de agosto de 2011

ANOMALIA MAGNETICA TERRESTRE

Ayer escribi sobre la Anomalia del Atlantico Sur, en la ultima parte, haciendo referencia al problema que por estas latitudes tiene el campo magnetico terrestre. La mision Swarm de la ESA propuesta para el año que viene es estudiar el magnetismo. La mayor parte del campo magnético global de la Tierra se genera por la convección de hierro fundido en el núcleo externo líquido del planeta, pero hay otros componentes que contribuyen a la señal en general, incluyendo el magnetismo retenido en las rocas.

El objetivo de Swarm consiste en investigar todos los componentes, pero medir la pequeña parte producida por el movimiento marino probablemente será su mayor desafío, reconoce el doctor Mark Drinkwater, de la división de la ESA de observación de la Tierra.
"Estamos hablando de decenas de miles de nanoteslas para el campo total medido a nivel de satélite, de los cuales una parte en 50.000 aproximadamente es aportado por la circulación del océano",

"Cuando el agua salada del océano fluye a través del campo magnético de la Tierra, se genera un campo eléctrico y este nuevo campo eléctrico crea un campo magnético", explicó el Dr. Hermann Lühr, del Centro Alemán de Investigación de Geociencias (GFZ, por su siglas en inglés) e investigador principal en Swarm.
Esto significa que la nave tiene que ser construida con sumo cuidado. Hay que reducir todo lo posible el magnetismo generado por el funcionamiento propio de los satélites, y bien modelados para entender que interferencia podría introducirse en los datos científicos.





Cada componente colocado en los satélites ha tenido que ser probado, hasta los pegamentos que se han utilizado para unir algunas superficies. Cualquier rastro de materiales ferrosos en las colas podría arruinar las mediciones.
"No se puede estar cerca de la nave espacial con una llave o un destornillador estándar. Todas las herramientas que normalmente se utilizan en la construcción de una nave espacial, debe usted olvidarlas", dijo el director del proyecto de plataforma Andy Jones.

"Hay que ponerlos a prueba y asegurarse de que están magnéticamente limpios para que no dejen rastro, porque si se toca un perno con una llave magnetizada se dejaría un campo tras de ese perno".
Por primera vez en 2003 los científicos dijeron que los satélites podrían sentir los sutiles campos magnéticos generados, por ejemplo, como se movían las aguas de la Tierra bajo el tirón gravitacional de la Luna. Esta señal era evidente debido a su patrón muy regular.
La detección de la señal más compleja de las corrientes oceánicas en general será mucho más difícil, sin embargo.
Los satélites Swarm se lanzarán en un solo cohete en una órbita polar a unos 300-500 kilometros (186 a 311 millas) sobre la Tierra.
Dos de los satélites darán en conjunto la vuelta al planeta, mientras que el plano de la tercera nave espacial será compensada y poco a poco divergiran en el transcurso de la misión.
Este enfoque se espera que haga mucho más fácil para Swarm separar los diferentes componentes del campo magnético global.

El campo global, que protege al planeta de las partículas de alta energía procedentes del Sol, parece ser cada vez más débil, sobre todo en el Atlántico Sur, donde los datos utilizados del proyecto Champ mostraron como resultado que se había producido una reducción del 12% durante el transcurso de tres décadas.

Es en esta llamada "Anomalía del Atlántico Sur" dónde los astronautas de las naves espaciales en órbita observan la mayoría de sus fallos técnicos y donde la estación espacial recibe su mayor dosis de radiación.


El lanzamiento del trío de satélites está previsto en 2012 desde Plesetsk, Rusia.
El destino de los descubrimientos todavia esta por verse.


"Nuestro destino ejerce su influencia sobre nosotros incluso cuanto todavía no hemos aprendido su naturaleza; nuestro futuro dicta las leyes de nuestra actualidad". Friedrich Nietzsche



"End of transmission"





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