Las leyes de la física podrían no ser las mismas en todos los lugares del universo, segun informan un equipo de astrofísicos de la Universidad de Cambridge en Reino Unido y de las Universidades de Nueva Gales del Sur y de Swinburne, en Australia.
Los investigadores afirman que han descubierto que una de las supuestas constantes fundamentales de la Naturaleza parece no ser realmente constante. Se trataría de la llamada "constante de estructura fina ", que caracteriza la fuerza de la interacción electromagnética o interacción entre partículas con carga eléctrica. Esta constante suele ser representada por la letra griega “α” (alfa).
La formula de la constante de estructura fina es otra de esas ecuaciones con unas connotaciones sobrecogedoras que combinan las constantes físicas fundamentales : la carga del electrón, la velocidad de la luz, el paquete mínimo de energía. Si esta constante fuese sólo un poco más grande o un poco más pequeña, no estaríamos aquí, ni tampoco habría siquiera estrellas , la fusión estelar no podría producir carbono, y no existiríamos tal y como somos ahora. Si en lugar de 1/137 fuese 1/110, ni siquiera habría fusión estelar. Las propias estrellas como tales no existirían y ningún sitio del universo tendría suficiente calor como para albergar vida.
El artículo de los astrofísicos británicos y australianos describe cómo, en una serie de mediciones realizadas, se constató que la constante alfa varía a través del universo. Según explica uno de los autores del presente estudio, el profesor John Webb, de la Escuela de Física de la Universidad de Nueva Gales del Sur, tras haber medido dicha constante en alrededor de 300 galaxias distantes se reveló que este “número mágico” no es el mismo en la Tierra que en otras partes del cosmos y, además, que cambia continuamente a lo largo de un eje preferencial a través del Universo, es decir, que tendría una orientación.
Webb afirma que este descubrimiento podría tener profundas implicaciones para la comprensión actual de la ciencia: si las leyes de la física se convierten en meras “leyes locales”, mientras la parte del Universo que podemos observar ha favorecido la aparición de la vida y el ser humano, en otras regiones del cosmos más distantes podrían existir leyes distintas, que tal vez no habrían facilitado la formación de la vida, al menos tal y como la conocemos. “Si nuestros resultados son correctos, claramente necesitaríamos nuevas teorías físicas para describirlos de manera satisfactoria”, concluye el astrofísico.
Las conclusiones de los investigadores se basaron en mediciones tomadas con dos instrumentos distintos: el Very Large Telescope Project, de Chile (sistema de cuatro telescopios ópticos perteneciente al European Southern Observatory (ESO), que es la mayor organización astronómica de Europa); y el Keck Observatory de Hawaii, que es el tercer telescopio óptico más grande del mundo. Según publica la revista Newscientist, hace unos años, Webb utilizó observaciones del telescopio Keck para analizar la luz procedente de galaxias distantes de núcleos extremadamente energéticos, llamadas cuasares.
Los datos obtenidos entonces sugirieron que el valor de la constate alfa había sido ligeramente menor cuando la luz de los cuásares fue emitida, hace 12 mil millones de años, que cuando fue registrada en los laboratorios terrestres. Recientemente, Webb y sus colaboradores analizaron otros datos, en este caso recopilados por el Very Large Telescope de Chile, orientado en otra dirección del cosmos distinta. Dichos análisis revelaron que el valor de la constante alfa es, en otras partes del universo, ligeramente mayor que en nuestro planeta. Esta diferencia encontrada sería de tan sólo una millonésima del valor que la constante alfa tiene en nuestra región del espacio pero, según los investigadores, es posible que variaciones mucho más grandes ocurran más allá de nuestro horizonte cosmológico observable.
El análisis de alrededor de 300 mediciones de la constante alfa en la luz procedente de diversos puntos del cielo reveló, asimismo, que la variación de la constante alfa no es aleatoria sino estructurada: parece que el universo tuviera una constante alfa mayor en un lado y una constante alfa menor en el otro lado, explican los científicos.
Otro de los autores de la investigación, el astrofísico de la Universidad de Swinburne, Michael Murphy, afirma que este descubrimiento obligará a los científicos a repensar su conocimiento de las leyes de la Naturaleza. Según Murphy, la constante de estructura fina, y otras constantes fundamentales, son absolutamente centrales en las actuales teorías de la física. “Si estas constantes varían, necesitaremos una teoría mejor, más profunda”, señala el investigador.
Los resultados obtenidos, si son aceptados y constatados en futuras mediciones, pueden llegar a suponer un desafío para la ciencia moderna, dado que una de las grandes cuestiones de ésta es si las leyes de la física son o no las mismas en todas las partes del universo, y si se han mantenido a lo largo de toda la historia del cosmos.
"No existe ninguna ley, excepto la ley de que no existe ninguna ley". John A. Wheeler
"End of transmission"
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