miércoles, 15 de abril de 2020

¿UNA SOCIEDAD FANTASMA?


"El mundo se ha transformado en una sociedad fantasma, tecnológicamente avanzada, pero sin libertad y condicionada por un insignificante virus". Alfredus del Bajo

Aldous Huxley, en su libro “Un mundo feliz”, describía una sociedad en la que todos eran aparentemente felices, ya que les habían programado para ello. En tal mundo ficticio, grandes avances científicos alcanzaron metas como producir humanos sin necesidad de madres, vivir una perpetua juventud hasta la muerte; o erradicar la práctica totalidad de las enfermedades. Un mundo fantasioso, sin duda. Estamos muy lejos, ética y científicamente, de llegar a tales logros. El que más plausible y necesario pareciera, lograr la completa salud de la Humanidad, no tiene fecha de entrega ni se la espera. Queda claro que la profecía del señor Huxley está muy alejada de la realidad actual. Por culpa de una enfermedad, ahora mismo, miles de millones de personas se encuentran confinadas en su casa, en mayor o menor medida. Hay restricciones mundiales en los movimientos de personas, ya sea para cruzar una frontera o para ir a pasear. No hay en la memoria de la gran mayoría un recuerdo parecido, donde por querer visitar a un amigo te multan. China, no obstante, sí se ha ido acercando más al argumento de una de esas novelas tan célebres: 1984. Con su propio Gran Hermano presente en el bolsillo de los ciudadanos, ha logrado controlar la infección pues sabía dónde, cuándo y con quién habían estado los infectados, pero no logró informar a tiempo al mundo Occidental por negligencia u ocultamiento estratégico. Es una situación futurística, pero real. Nos estamos transformando en una sociedad fantasma. No hay en estas palabras intención de descorazonar ni de explicar cómo se ha de actuar, sino de concienciar sobre un mundo que, al menos próximamente, será diferente. Es una situación de emergencia y así lo seguirá siendo al final de la cuarentena. El fin se encontrará cuando haya una cura, una vacuna o cuando la inmunidad de grupo sea tal que no suponga un peligro. En cualquier caso, no parece que vaya a ocurrir a muy corto plazo. Parece ciertamente un futuro algo distópico, pero también nos servirá para darnos cuenta de que seguimos viviendo en el mundo donde Copérnico nos situó.


"End of transmission".






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