viernes, 23 de agosto de 2019

¿ES REAL LA MATRIX BIFURCADA?


"La humanidad está en una bifurcación de su realidad, un camino lleva a su evolución, el otro a su propia extinción". Alfredus del Bajo

Históricamente la cultura occidental ha alimentado a un enemigo que forma parte de su esencia misma. Me refiero a la bifurcación absoluta, a la franca dualidad como herramienta fundamental para decodificar la realidad: On/Off, Sí/No (el dualismo cartesiano). Llevando esta premisa un paso más allá, no se puede concebir la existencia de un algo si no logro ubicar su opuesto diametral, toda tesis ‘debe’ tener una antítesis y esta relación confluye en una síntesis, que a la vez representará la tesis de algo más y por ende estará obligada a tener su propia antítesis (y así sucesivamente hasta un infinito). Este modelo de interpretación nos acorrala, mediante una bifurcación omnipresente, y nos obliga a estar permanentemente decidiendo aún sin importar que la mayoría de nuestras decisiones sean libertades simuladas, cuyos límites evitan que nuestras decisiones vayan más allá. Con el surgimiento de la física cuántica, el viejo sendero de la omnipresencia bifurcada sufre una implosión y revela, una consciencia universal como algo sustentado en infinitas posibilidades y no en determinaciones racionales. Es decir, el universo resuena con el ‘tal vez’ y no con el sí/no. Sin embargo, a diferencia de Oriente, que hace más de 2500 años fue capaz de liberarse (de la mano del budismo) mediante una especie de relativismo sagrado, en Occidente decidimos rendirle culto al modelo realista/excluyente, adoptando filosofías cuya naturaleza dependen de él. Al cambiar el ‘algo es o no es’ por el ‘algo puede o no ser’. Aludo en este ensayo a la película Matrix (1999), donde no puedo dejar de preguntarme por qué Morpheus solo da dos opciones a Neo (la píldora roja o la azul) –y supuestamente la roja es la puerta de salida de la matriz. Pero al igual que la única salida posible de un laberinto no es la entrada (o salida), sino el centro, en este sentido si bien Matrix me parece una película loable, que introdujo en millones de personas una cierta inquietud por salir de la caverna platónica, también creo que su narrativa no logró emanciparse (quizá como el preso que ayuda a otros a saltar la barda pero que al final no logra consumar su propio escape). Actualmente cada vez más físicos apoyan un modelo que plantea la coexistencia entre infinito de universos. De esta interpretación emergen dos posturas. La primera afirma que a partir de un mar de universos posibles, existe uno que se colapsa (siendo precisamente el que percibimos durante un instante determinado) mientras que el resto representa la infinidad de posibilidades que pudieron concretarse. La segunda postura apuesta a que todas las posibilidades se concretan simultáneamente, solo que se manifiestan en distintas regiones del súper-espacio. Pero cualquiera de estas opciones toma en cuenta a la posibilidad como la unidad máxima de la materia prima universal. Y aquí surge la famosa paradoja del Gato de Schrödinger, quien probó que en el reino de la cuántica puedes afirmar que un gato está vivo y al mismo tiempo está muerto (siendo ambas afirmaciones verdaderas de manera simultánea). Lo cual contradice flagrantemente la lógica tradicional de Occidente, que sigue atrapado en su propia realidad.


"End of transmission"












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