"La realidad no es nada más que una puerta que nos separa de otra donde un poco de viento puede abrirla". Alfredus del Bajo
Un salto cuántico es el que se produce cuando una partícula elemental pasa de uno de sus estados a otro, saliendo de la superposición que caracteriza al mundo cuántico. Antes de manifestarse en el mundo visible, las partículas elementales fluyen en la ambigüedad onda-partícula hasta que un salto cuántico cambia su estado y se concreta en algo medible. Esa superposición de estados colapsa y se concreta en algo tangible por el mero hecho de la observación (medición). Es lo que relata el experimento imaginario del gato de Schrödinger. Para explicar la superposición de estados, el físico Erwin Schrödinger imaginó en 1935 un gato encerrado en una caja junto a una botella de gas venenoso y un plato de comida. El gato puede jugar con el dispositivo venenoso y morir o tomar el alimento y vivir, con una probabilidad del 50% para cada opción. Según el mundo cuántico, el gato está en realidad vivo y muerto a la vez, en una superposición de estados, hasta que un observador (el científico), abre la caja para ver lo que ha pasado y se produce un salto cuántico. La suerte del gato se concreta en el momento de la observación. Sin embargo, nuevos experimentos dan un nuevo protagonismo al observador: se ha descubierto cómo trascender la observación para incidir directamente en la creación de la realidad… manipulándola antes de que se manifieste. Esta nueva investigación ha permitido observar por primera vez lo que ocurre dentro de la caja antes de que el gato tome la decisión de tomar el alimento o el veneno, algo que hasta ahora se consideraba imposible. Se consiguio usando un átomo superconductor artificial, al que se introdujo en un recinto de aluminio cerrado herméticamente (es como meter al gato dentro de la caja y cerrarla para no poder observar su interior). En esta ocasión, los científicos se valieron de generadores de microondas para irradiar desde fuera al átomo del experimento y hacerlo visible. De esta forma pudieron observarlo con una precisión sin precedentes, a pesar de no estar a la vista, en sus dos estados posibles: el gato queda expuesto al observador antes de que pueda elegir la comida o el veneno depositados en la caja. Por lo tanto podemos intervenir en la creación de la realidad usando patrones cuánticos que permiten cambiar el mundo antes de que se manifieste.
"End of transmission"
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