En 2009, el famoso físico Stephen Hawking hizo una fiesta en la Universidad de Cambridge. Todo el mundo fue invitado, pero nadie apareció. Sin embargo, para Hawking esto no fue una sorpresa, ya que había enviado las invitaciones luego de que la fiesta había terminado: Era, dijo, "una recepción de bienvenida para los futuros viajeros del tiempo", un experimento para reforzar la idea de que viajar al pasado es prácticamente imposible, y que sostiene desde 1992.
Pero Hawking podría estar equivocado. Experimentos recientes ofrecen apoyo provisional para la viabilidad del viaje en el tiempo, por lo menos desde una perspectiva matemática. Un modelo utilizando fotones revela que la mecánica cuántica puede resolver este dilema cuántico.
Un campo gravitatorio extremadamente poderoso, como la producida por un agujero negro que gira, podría, en principio, profundamente deformar el tejido de la existencia de modo que el espacio-tiempo se curva sobre sí mismo. Esto crearía una "curva cerrada de tipo tiempo", o CTC, un bucle que podría ser atravesado para viajar atrás en el tiempo. Hawking y muchos otros físicos encuentran esta idea imposible, porque cualquier objeto macroscópico viajando a través del tiempo inevitablemente crearía paradojas donde causa y efecto se descomponen.
Sin embargo, en un modelo propuesto por el teórico David Deutsch en 1991, las paradojas creadas por CTCs podrían evitarse a escala cuántica, ya que el comportamiento de las partículas fundamentales sigue solamente las reglas difusas de la probabilidad más que el estricto determinismo.
Recientemente Tim Ralph y su estudiante de doctorado Martin Ringbauer, hicieron un experimento que simula el modelo de los CTC de Deutsch por primera vez, lo que permitió probar y confirmar muchos aspectos de las dos décadas de teoría. Sus conclusiones se publican en Nature Communications. Gran parte de su simulación giró en torno a la "paradoja del abuelo", un escenario hipotético en el que alguien utiliza un CTC para viajar atrás en el tiempo y asesinar a su propio abuelo, lo que impide su propio nacimiento posterior.
En lugar de un ser humano que atraviesa un CTC para matar a su antepasado, debemos imaginar que una partícula fundamental se remonta en el tiempo para accionar un interruptor en la máquina de partículas de generación que lo creó. Si la partícula acciona el interruptor, la máquina emite una partícula, si el interruptor no se acciona, la máquina no emite a la partícula.
Si la partícula fuera una persona, ésta nace con 50 % de probabilidad de matar a su abuelo, lo que da a su abuelo a la mitad de probabilidad de muerte, con lo que tiene suficientes oportunidades para cerrar el lazo causal y escapar de la paradoja. Por extraño que pueda ser, esta solución está en consonancia con las leyes conocidas de la mecánica cuántica.
Con colaboradores canadienses, Lloyd pasó a realizar simulaciones de laboratorio exitosas de su modelo en el 2011 "la teoría de Deutsch tiene un efecto extraño de la destrucción de las correlaciones", dice Lloyd. "Es decir, un viajero del tiempo que se desprende de un CTC entra en un universo que no tiene nada que ver con el universo del que salió en el futuro. Por el contrario, un CTC-post seleccionado preserva estas correlaciones, para que el viajero del tiempo regrese al mismo universo que recuerda en el pasado".
Información adicional: http://www.scientificamerican.com/article/time-travel-simulation-resolves-grandfather-paradox/
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