lunes, 30 de julio de 2012

EL BOSON DE HIGGS Y EL FIN DEL REDUCCIONISMO CIENTIFICO


El descubrimiento del bosón de Higgs (o el "bosón de Higgs-como la partícula" si se prefiere) es sin duda uno de los logros científicos de nuestro tiempo. Esto ilustra lo que el pensamiento puro- con la ayuda de datos, por supuesto - puede revelar sobre el funcionamiento del universo y marca una tendencia que comenzara con Descartes, Hume, Galileo y Newton entre sus ilustres antepasados.
El bosón de Higgs puede ser el mejor homenaje a las limitaciones de lo que ha sido el instrumento filosófico más potente de los descubrimientos científicos:
 - El reduccionismo-.
En cierto sentido, el descubrimiento de este componente fundamental de la materia puede ser visto como la culminación del pensamiento reduccionista. El reduccionismo es el gran legado del siglo XX, una filosofía cuyas semillas fueron sembradas cuando los filósofos griegos comenzaron reflexionando sobre la naturaleza de la materia. El método es, de hecho, muy intuitivo, desde que se bajaron de los árboles, los seres humanos han tratado de resolver los problemas descomponiéndolos en partes más simples. En el siglo XX los frutos del reduccionismo han sido nada menos que impresionantes.  

El reduccionismo es lo que nos dijo que las moléculas están hechas de átomos, que el universo está en expansión, que el ADN es una doble hélice, y que se pueden construir láseres y computadoras. La ética reduccionista nos ha dado la mecánica cuántica, la relatividad, la química cuántica y la biología molecular. Sin embargo, cuando entramos en la segunda década del siglo XXI, es evidente que el reduccionismo como principal arma en nuestro arsenal de herramientas de descubrimientos ya no es suficiente.

El enigma de la materia oscura y energía oscura también tienen como característica sobresaliente el comportamiento de la materia a gran longitud y escalas de tiempo. El estudio de la cooperación en las sociedades implica esencialmente los estudios de la dinámica de grupo y los conflictos de la evolución. Los procesos clave que operan en la existencia de todos estos problemas parecen involucrar a casi intuitivamente lo contrario de la reducción, todos ellos resultado de la aglomeración de las moléculas, la materia, las células, órganos y seres humanos a través de una jerarquía de niveles únicos. Además, y esto es clave, implican la manifestación de principios únicos emergentes en cada nivel que no pueden ser simplemente reducidos a aquellos en el nivel subyacente.

La exploración de estos enigmas son tan emocionantes, profundos y satisfactorios como cualquier otra actividad en la ciencia. Aquellos que se preguntan qué será lo próximo no deben preocuparse, hay todavía un brillante viaje por delante.
Para guiarnos en este viaje todos debemos recordar las palabras de uno de los reduccionistas más grandes del siglo XX y uno de los héroes de Peter Higgs, Paul Dirac, que cerró su famoso texto sobre la teoría cuántica, con grandes indicios que esperaba para el emergente siglo XXI como lo fueron para el siglo XX reduccionista: "Algunos principios nuevos son aquí necesarios".

"Un científico debe tomarse la libertad de plantear cualquier cuestión, de dudar de cualquier afirmación, de corregir errores". Julius Robert Oppenheimer  
 
"End of transmission"








 

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