Puede que sólo ocurra una vez cada 100.000 años, pero un grupo de científicos británicos pretende que se tomen de inmediato medidas para evitar que la Tierra sea blanco de un asteroide de grandes proporciones.
La Fuerza de Tareas para Objetos Cercanos a la Tierra, creada por el ministro de ciencias británico, Lord Sainsbury, ha elaborado un informe en el que señala que la amenaza de que un asteroide choque contra la Tierra es real y exige al gobierno que haga algo al respecto.
El informe, reclama un esfuerzo internacional para el desarrollo de un sistema de alerta temprana con la colaboración de los telescopios británicos.
El profesor Mark Bailey, del observatorio de Armagh, en Irlanda del Norte, dijo que las consecuencias del choque de un asteroide de más de un kilómetro serían devastadoras.
"Algo así causaría una catástrofe global sin importar dónde sea golpeada la Tierra, ya que provocaría cambios climáticos y una interrupción inmediata del suministro de alimentos, lo que a su vez causaría probablemente la muerte de más de un cuarto de la población del planeta", indicó a la radio BBC.
Se pidió una inversión de 98 millones de dólares en los próximos 10 años en tecnología de seguimiento de asteroides que pasan cerca de la Tierra.
Esta medida permitiría anticiparse entre 5, 10 e incluso 100 años a un posible choque, y daría la posibilidad de desviar los cuerpos celestes "mediante un cohete o un impacto nuclear". El leve desvío de su trayectoria podría alejar a los asteroides hasta unos 8000 kilómetros de la órbita de la Tierra. Los expertos consideran que hasta unos 10.000 asteroides del tamaño de estadios de fútbol alcanzan la Tierra cada año, pero en su mayor parte pasan inadvertidos.
El ministro Sainsbury dijo que el informe "establece de manera clara y firme la naturaleza del riesgo y sugiere el tipo de medidas internacionales de las que debemos formar parte". Agregó que el informe recomendaba la creación de un centro británico de defensa contra asteroides.
El ministro señaló, sin embargo, que "este es claramente un tema internacional sobre el que la comunidad internacional debería unificar criterios".
La agencia espacial estadounidense NASA ya monitorea el espacio en busca de objetos mayores de un kilómetro de diámetro y el congreso norteamericano quiere que detecte al menos el 90 por ciento de los objetos de ese tamaño que se acerquen a la Tierra en un período de 10 años.
El asteroide 2002 NT7 ha saltado a los medios de comunicación como un posible aniquilador de la civilización humana en un corto plazo de tiempo. Algunos científicos predicen una visita, que podría acabar en impacto, para el año 2019. Sensacionalismos aparte, NT7 sólo tiene remotas posibilidades de chocar contra nosotros en dicha fecha.
Una predicción más clara y precisa sólo podrá obtenerse mediante un conocimiento exacto de la órbita del objeto. En la actualidad, estamos lejos de disponer de la información necesaria, pero ello se resolverá poco a poco en el transcurso de los próximos días y semanas. Como dicen los científicos de la NASA, si no se vuelve a hablar pronto del tema, deberemos dejar de temerlo, puesto que estaremos sólo ante un paso cercano más de un asteroide.
Pero ello no quiere decir que debamos subestimar a 2002 NT7. Es un cuerpo relativamente grande. Por su brillo podemos otorgarle un diámetro de unos 2 km, y el hecho de que avance a unos 28 km/s lo hace ciertamente peligroso en caso de choque.
En estos momentos podemos decir que se trata de un asteroide de la familia Apolo, y que su tamaño lo hace fácilmente observable. Su visibilidad continuará siendo buena durante los dos próximos meses. En este tiempo esperamos obtener suficientes puntos de posición como para definir perfectamente su órbita, con lo que será posible calcular si ésta interceptará o no la Tierra en 2019.
Ahora mismo, se le otorga un nivel de riesgo 0 en la escala de Palermo, es decir, la probabilidad de que impacte contra nuestro planeta es bajísima (1 entre 100.000, según el experto del IAC Mark Kidger). Pero el hecho de que esta probabilidad no sea cero aconseja continuar su seguimiento.
Lo más probable es que la definición exacta de su órbita determine un paso cercano a una distancia incluso superior a la de la Luna. Ya se conocen, de hecho, otros cuerpos, como el 1950 DA, con mayores probabilidades de impacto (aunque dentro de varios centenares de años). Sin embargo, NT7 llegará mucho antes (1 de febrero de 2019), y además tiene un tamaño considerable, con lo que el daño que podría hacer es muy grande. Por eso merece nuestra atención.
El asteroide fue descubierto el 9 de julio del 2002, por el equipo del programa LINEAR. Sus integrantes afirman que la órbita de NT7 está muy inclinada respecto a la de la Tierra alrededor del Sol. Cuando la conozcamos mejor probablemente detectaremos su presencia en fotografías de archivo previas a su actual hallazgo.
"Si supiera que el mundo se ha de acabar mañana, yo hoy aún plantaría un árbol." Martin Luther King, Jr.
"End of transmission"
Es imprescindible que se aumente sustancialmente los recursos para anticipar, prevenir o elavorar defensas eficientes ante este tipo de situaciones provenientes del espacio exterior....vivimos navegando por este Universo traicionero del que sabemos muy poco!!!....Y nadie ni nada nos puede prevenir, si no somos nosotros mismos, una situación como ésta..... que puede poner en verdadero peligro nuestra existencia como humanidad toda.....
ResponderEliminarSería tremendamente catastrófico si ello ocurre.....pero sobretodo muy irresponsable si no actuamos desde hoy...no lanzarnos desde hoy, no nos ponemos manos a la obra desde hoy...a prepararnos para evitar en lo posible......o para establecer políticas que nos preparen para un evento verdaderamente apocaliptico como podría ser el impacto de un asteroide vagabundo como éste, o peor, uno mayor que éste. Quizás este no choque contra la tierra, pero debemos considerar aquello como UNA SERIA ADVERTENCIA DE LOS QUE NOS ESPERA PARA EL FUTURO......
EN EL PASADO, GRANDES ASTEROIDES HAN CHOCADO CONTRA LA TIERRA....ESO NOS DICE, NOS DEMUESTRA, NOS ENSEÑA...QUE NO ESTAMOS LIBRES NI EXENTOS DE QUE AQUELLO NO SE VUELVA A REPETIR EN EL FUTURO.