martes, 13 de abril de 2010

FRACTURAS EN LA CORTEZA TERRESTRE


De acuerdo a Scitech News el terremoto extremadamente fuerte, que se desencadenó en Chile el 27 de febrero de este año, tuvo un proceso complicado de ruptura, según han descubierto los científicos del GFZ (el laboratorio nacional de geociencias de Alemania). Los sismos de tal magnitud recorren prácticamente toda la corteza terrestre.

Después de un análisis detallado de las ondas sísmicas irradiadas por este terremoto durante los primeros 134 segundos tras el inicio de la ruptura, los investigadores han llegado a la conclusión de que sólo la región alrededor del epicentro estuvo activa durante los primeros instantes. En el segundo minuto la zona activa se trasladó al norte hacia Santiago. Después, la región del sur de Concepción estuvo activa durante un corto tiempo. Este patrón de ruptura concuerda bien con la distribución de las réplicas durante los tres días siguientes.

En el año 1960, el terremoto más fuerte sufrido por la humanidad del cual se tengan mediciones fiables, tuvo su origen en Valdivia, al sur de la región afectada ahora. "El terremoto del 27 de febrero está en conexión directa con el proceso de ruptura de Valdivia", explica Jochen Zschau, director de la sección de riesgo de terremotos y alerta temprana, en el GFZ.Con el fin de examinar la actividad de las réplicas, los científicos del GFZ han viajado a Chile, para ocuparse allí, junto con el Servicio Sismológico Chileno, de instalar una red geodésica y sismológica en el área de Concepción-Santiago.


En el proyecto participan también expertos de la Universidad Libre de Berlín, el Instituto de Física del Globo de Paris, la Universidad de Liverpool, y otras instituciones de Alemania y Estados Unidos.Se espera que los resultados de esta misión sean capaces de ofrecer información nueva y esclarecedora sobre los mecanismos de fractura en la corteza terrestre.


En las zonas donde las placas chocan suelen formarse grandes cordilleras y "cinturones de fuego", con volcanes y zonas sísmicas, y en los lugares donde las placas "se forman" a partir del enfriamiento y solidificación del magma, observamos las "dorsales" o cordilleras oceánicas. En pocas palabras: la corteza terrestre se forma en las dorsales, por ejemplo la gran cordillera submarina conocida como Dorsal Atlántica. La corteza nueva empuja a la vieja hacia los lados, y allí está la explicación de la progresiva separación de, por ejemplo, Sudamérica y el África. Pero el lado opuesto de las placas pueden chocar contra otra placa (la placa Sudamericana contra la del Pacífico, por ejemplo), y así es que Chile se convirtió en zona de sismos y volcanes.
En estos lugares, al chocar las placas, una de ellas se desliza por debajo de la otra (un fenómeno conocido como subducción) y el borde entre ellas se conoce como falla. Hay una enorme en California, y otras dispersas por el orbe.
Hay corrientes térmicas en el interior de la Tierra que hacen que el magma del manto fluya en direcciones y a velocidades determinadas. Los continentes flotan sobre este líquido, y por ello se mueven. En 1961 Deitz, y Hess en 1962, demostraron que las anomalías magnéticas paralelas a las dorsales oceánicas y los arcos insulares y socavones en el fondo oceánico asociados a los bordes de las placas continentales se debían a la convección del manto. También la subducción y la deriva continental dependen de ella.

Solo queda esperar los resultados, pero seguir investigando.

"End of transmission"


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