miércoles, 17 de febrero de 2010

FILOSOFIA DEL HOMBRE EN EL UNIVERSO


“En algún apartado rincón del universo centelleante, desparramado en innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento”. Nietzsche
Este filósofo creía que el hombre se debía superar a si mismo, pasar la actual etapa cristiana y de moral de esclavo, liberarse de prejuicios y, de esa manera, convertirse en lo que llamaba el “superhombre”: alguien que no busque redimirse ni justificaciones para su existencia, y así, dejando a un lado pecados preconcebidos y aceptando su inocencia, hallar la fuerza para dar sentido al universo y tener en verdad el don de CREAR.
La Odisea que narraba Homero retrataba el viaje de Ulises, de cómo un hombre superaba todos los obstáculos que le pone un dios para que no llegara a su patria; pero lo consiguió, y lo hizo con un instrumento inherente al hombre: la sabiduría. El periplo que nos muestra Kubrick en 2001: Odisea del Espacio, es el de la humanidad entera, el de su evolución gracias a su astucia. Y es que, aunque el Odiseo griego se muestre siempre astuto, no deja de ser la inteligencia su principal arma desde el principio, mientras el hombre en Kubrick no llega a ella hasta el final, hasta la muerte.
Los filósofos y los científicos se han planteado muchas preguntas a lo largo de los siglos sobre el universo, algunas concretas y otras mas generales, las preguntas cosmológicas son aquellas con las que se intenta saber el que, el como y el para que del universo.
El poeta portugués Fernando Pessoa, que también fue filósofo: dijo que la materia está constituida por objetos, pero la conciencia no, solo el conjunto de la conciencia es real, en la materia el conjunto no es real, no hay conjunto, hay partes, objetos, pero no conjunto. La idea de que hay un universo, un conjunto de la materia, es una aplicación a la materia de lo característico de la conciencia. Cada uno nos consideramos un sujeto, a lo mejor es por eso que necesitamos unificar nuestra experiencia de la realidad en objetos y a todos los objetos en un único gran objeto que los reúna por completo frente a la conciencia.
Desde siempre la negación de un universo como un único objeto está ligada a la filosofía materialista. En filosofía el materialismo se divide en dos visiones, la primera es que no existe un universo sino una infinita pluralidad de mundos objetos o cosas que nunca se pueden considerar bajo el concepto de unidad; la segunda es que todos los objetos o cosas que percibimos están compuestos por partes y antes o después se descompondrán en más partes.
A lo que ya no puede ser dividido en partes menores, los materialistas clásicos les llaman átomos. Esto es según la metafísica.
Si aceptamos que el universo existe en su plenitud, o si nos fijamos más en las cosas reales nos preguntamos si existe algún orden en todo esto.
Heráclito decía que “Tal como un revoltijo de desperdicios arrojados al azar es el orden más hermoso, así también el cosmos” con esto, y bajo mi opinión quería decir que todo puede parecer desordenado pero puede estar ordenado, depende de cada persona, algo estará ordenado o no.
Según Kant somos nosotros los que introducimos el orden en los fenómenos que llamamos naturaleza, llamamos orden del mundo a nuestra forma de conocer el mundo.
El principio antrópico del cosmos admite dos formulaciones, la primera de comienzos de los años sesenta se debe a Robert Dicke y dice que “puesto que hay observadores en el universo este debe poseer las propiedades que permiten la existencia de tales observadores”, con esto quiere decir que las regularidades causales que observamos en el universo están ligadas a nuestra aparición.
Unos años después Brandon Carter lo replanteó: “El universo debe estar constituido de tal forma en sus leyes y en su organización que no podía dejar de producir alguna vez un observador”, con esto quería decir que el universo existe porque existimos nosotros y que sin nosotros no sería posible, y que el universo esta hecho para ser gobernado por nosotros.
Pero aunque poseamos la capacidad de conocer algunas partes del cosmos, aunque renunciemos a la pretensión de gobernarlo, ¿no resulta exorbitante creer que somos uno de sus objetivos necesarios?
"End of transmission"

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